Opinión

Dichoso bipartidismo

Ya quedó claro en el siglo XIX que el bipartidismo no era una solución, ni para este país, ni para hacer válida la Democracia en la compleja Europa, pero desde las altas, sesudas y cerradas esferas del poder se empeñan en mantenernos en ese estado de gracia político, que es, a la postre, una auténtica desgracia social.



Para entenderlo sólo hay que ver un poco el caso de Navarra que, siendo una cuestión de Estado, queda condenada a que sólo UPN y PSN puedan ser los socios de un gobierno Foral que haga lo que haga y tire hacia donde tire, siempre se encuentra mirado de reojo tanto desde País Vasco como desde España para justificar su forma de hacer política y de hacerse a sí misma, y ello, lejos de honrarnos, nos agogota hasta el punto que niega y cierra las posibilidades de una tierra que, como dijo Caro Baroja, de norte a sur es radicalmente distinta, pero es radicalmente Navarra

y viable y coherente en sí misma.



No voy a ser yo quien aboge por un gobierno formado por NaBai, PSN, Izquierda-Ezquerra y Bildu en la tierra tan noble y leal de los Infanzones de Obanos, pero da mucha pena ver cómo se rasgan las vestiduras algunos cuando otros sueñan y abogan por ello: ¿No es legítimo o qué? ¿O sólo son libres para ello aquellos elegidos que señale esa cerrada y sutil casta navarra?



Por esto mismo, a Campillo (PSN) le honra que asegure que "pactar con UPN en Tudela no sería coherente", pero visto lo visto, y desde un punto de vista práctico e igualmente democrático, ¿no sería factible?