Opinión

Día Internacional de la Tolerancia y la Deuda Externa

La Deuda Externa es, desde los años 70 del siglo XX, una de las mayores lacras que tienen los países empobrecidos del mundo para su propio desarrollo. El pago imposible de la deuda es una realidad que abarca hoy a más de 62 países, fundamentalmente de África, América y Asia.

Cada vez que un país ha tenido que renegociar con el F. M. I. y el Banco Mundial el pago de su Deuda Externa, se les han impuesto los Planes de Ajuste Estructural, que les han obligado, entre otras cosas a:

- Abrir totalmente sus mercados a las importaciones, arrasando sectores enteros de sus economías; con la pérdida de miles de puestos de trabajo.

- Dedicar su agricultura a monocultivos dedicados a la exportación, poniendo en riesgo la producción de alimentos para su población. Esto ha generado excedentes de muchos productos, que han hundido los precios de los productos exportados, mientras los productos manufacturados importados, aumentaban considerablemente su precio.

- Privatizar todo tipo de servicios públicos, dando entrada a empresas multinacionales, que han dejado fuera de los mismos a gran parte de la población.

- Reducciones drásticas de los programas de protección social, expulsando hacia la pobreza a todos los colectivos más desfavorecidos de la sociedad, con especial mención a niños/as, ancianos/as y mujeres.

- Despidos masivos de funcionarios públicos, en muchos casos de la sanidad, educación, etc. que han empeorado el presente y el futuro de estas sociedades.

Por todo ello y teniendo en cuenta que:

Todo ello ha llevado a muchos países a la catástrofe más absoluta en términos de pobreza y de sufrimiento humano.

Hasta ahora ha habido muchas grandes declaraciones de los dirigentes mundiales sobre sus intenciones de cancelar la Deuda Externa de los países más empobrecidos, que hasta el presente se han quedado prácticamente en agua de borrajas; la última, el anuncio hecho esta primavera de la cancelación total de la deuda de los 18 países más empobrecidos de África y de América, por un monto total de 33.000 millones de euros, extensible a 38 estados con una deuda total de 47.000 millones de euros. Pues bien, en la recién terminada asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, han sido incapaces de ponerse de acuerdo para llevar este objetivo a la práctica. Lo mismo que ha ocurrido en la Asamblea General de la ONU, que revisaba la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acordados ya hace cinco años, y tampoco han concretado nada sobre las pasos reales a dar para alcanzarlos, ni han valorado el incumplimiento de los que tenían como objetivo el año 2005.

- Se calcula que el conjunto de estos países han devuelto ya más de cinco veces el monto total de los préstamos que recibieron.

- Muchas de las deudas contraídas fueron ilegitimas en su origen, pues se apropiaron de ellas las clases dirigentes de estos países

- Si calculamos el valor de los bienes y recursos de estos países que hemos expoliado en los últimos 500 años, así como los enormes destrozos ecológicos que seguimos causando, les debemos muchísimo más de lo que les exigimos que paguen.

- Están pagando cada año por Deuda Externa mucho más de lo que reciben por Ayuda Oficial al Desarrollo.

- Y sobre todo que, como vemos, todo ello está llevando a cientos de millones de personas a la pobreza y la desesperanza.