Opinión

Desidia en fin de año

Por fin se nos va un año, este 2009, lleno de incertidumbre y frenos. El temor a un ejercicio nefasto de comienzos de enero ha llegado a diciembre con la lengua fuera de la desidia. Las perspectivas son nulas, y el año nuevo, ese 2010 extraño hasta en la cifra, se acerca vacío de contenido. Mucho más que toda la década que le precedió en una sola cuesta de enero.

A nivel industrial parece que las cosas se están animando, pero la realidad de la calle es alarmante... El miedo se ha apoderado de todos, consumidores, empresas de servicios, comercio. Y sin confianza no hay nada, ni siquiera una Sociedad Civil que callando parece otorgar más margen.