Quizá sea hablar lo ya hablado o cantar la misma versión de una melodía de actualidad.
Lo cierto es que siguen causándome conmoción los diferentes análisis de una crisis brutal e inhumana, sus causas y sus consecuencias.
Desde el respeto a la pluralidad y diferentes formas de enfocar dicho análisis, lo que no es de recibo es tratar de llevarse el gato al agua desprestigiando al anterior gobierno, al actual o al siguiente.
No por no merecer esa crítica o el desprestigio de unas políticas antisociales sino por que todos y cada uno de los gobiernos del PP y PSOE (en el caso de Navarra formando hace décadas una coalición nacionalista con UPN y cobrando suculentas dietas por el bien de Navarra claro), han hecho lo mismo: sumisión al sistema capitalista y disciplina contra la clase trabajadora.
El debate sobre lo público o lo privado o el presunto abuso de prestaciones sociales, servicios de salud públicos o el tan cacareado sistema del bienestar es una forma de manquear las cuentas y evadir la responsabilidad de lo acontecido en realidad.
Para no ser incisivo en las tragedias sociales, Paro, Angustia, HAMBRE.
Muchos ciudadanos estamos dispuestos a dar una salida digna y definitiva a los problemas, lo que ocurre es que nadie nos hace caso, por ejemplo:
- Ni un solo euro para salvar entidades financieras: Que devuelvan lo que se han llevado.
- Ni un solo euro para dietas, comisiones y gastos de representación que aumenten el sueldo o patrimonio de los políticos: Que devuelvan lo que se han llevado.
- Control público de la financiación de partidos:
Que devuelvan lo ilegal.
- Instaurar la República si el pueblo lo desea... (Que dios me perdone por lo que acabo de escribir).
- Legislar y ejecutar las leyes anticorrupción de acuerdo a lo que el pueblo reclama en la calle.
Con algunas de estas medidas seguro que derechos como la salud universal, el derecho a una vivienda digna, el trabajo o la enseñanza pública y de calidad no se pondrían en duda como DERECHOS PÚBLICOS SOSTENIBLES.
