Opinión

Denuncian los retrasos municipales de Tudela y la falta de planificación en Bienestar Social

Informan desde la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Tudela que nuevamente se va a producir un retraso de un servicio. Nos enteramos de que el comedor social de Tudela no se abre por falta de solicitudes. Los argumentos conocidos a través de la prensa son entre ridículos y absurdos. Achacar la falta de interés ciudadano a que “está llegando la gente a trabajar. En verano están por ahí y tampoco se mueven mucho”. no indica más que una falta de conocimiento de la situación social de los discriminados y no tiene otra solución que la dimisión de Elena Magan como responsable de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Tudela.

El problema de no tener “el mínimo aceptable” (que ella conocerá cuál es el mínimo aceptable) no es otro que la falta de un trabajo serio y riguroso para conocer la realidad de la población tudelana necesitada de este servicio. ¿Dónde está el estudio para construir un servicio con un coste de 200.000 euros y sus potenciales usuarios? ¿Se ha construido sin conocimiento y ahora hay que llenarlo? Por favor, ya vale de populismo.

Pero merece hacer una breve historia de este proyecto, porque el comedor social es una reivindicación que surge de los presupuestos participativos después de varios años de solicitud. Por tanto, las asociaciones que lo han reivindicado, entre otras los centros de mujeres, saben de lo que hablan y de la necesidad de este servicio y, por lo tanto, se debería haber trabajado con estas asociaciones hace mucho tiempo, para que una vez concluida la obra el comedor social estuviera en funcionamiento.

Lo grave es que, en Tudela, la forma de trabajo del equipo de Gobierno de UPN conduce a que no se abra ni el comedor, ni el Gaztambide ni otras muchas obras de interés social que no están funcionando en tiempo y manera.