Opinión

Demagogia barata

El pasado jueves se firmó (de forma bilateral, sin contar con la totalidad del Parlamento y casi por sorpresa) el Amejoramien-to del Fuero Navarro. Y al día si-guiente, a propósito de este tema, sólo se hablaba del compromiso del Tren de Alta Velocidad con la solidaridad del Amejoramiento del Fuero.



Y digo yo: ¿qué tendrá que ver lo uno con lo otro?



Pero no queda ahí la cosa, pues el señor Presidente del Gobierno de Navarra ha dicho unas palabras que no tienen desperdicio. A saber: “La pena es que fuera de la Comunidad haya algunas personas que por desconocimiento consideran el Fuero de Navarra un privilegio insolidario”, a lo que añadió el señor Sanz: “Algunas personas incapaces o no aptas, como diría yo, o ineptas, como diría Hermann Tertsch, tienen derecho a expresarse sobre lo que no saben, pero no a sembrar dudas sobre la igualdad, la libertad y la solidaridad que impregna todos y cada unos de los artículos”.



Qué desfachatez. ¿Es posible que el señor Presidente no encontrara otro referente que un periodista de Tele Madrid, famoso por sus opiniones respecto a la dictadura de Pinochet? ¿He de entender que don Miguel Sanz tacha de incapaces o no aptos a personalidades de la talla de los tristemente desaparecidos García Pelayo o Tomás y Valiente, por no mencionar a ilustres catedráticos de Derecho Constitucional de intachable reputación académica? ¿Cómo se puede decir eso y quedarse tan ancho? ¿Será que de verdad nos considera tan tontos a los que no pensamos como él?



Permítanme que les diga que no lo creo.



En mi opinión, el Presidente de la Comunidad Foral, sigue una política casticista, frente a la opción ilustrada, con el objetivo de seguir perpetuando en el poder al partido que representa, valiéndose de la demagogia más trasnochada. Cuando el señor Sanz hace referencia a “los de fuera” está actuando al más puro estilo nacionalista, de la misma manera que lo hace el PNV cuando se atribuye, en su arrogancia, la portavocía y propiedad del sentir del conjunto de la ciudadanía vasca.



Para concluir, señores de Unión del Pueblo Navarro: reconozco su positiva labor en algunos casos, pero por favor, no caigan en el error de confundir las siglas de su partido político con la propiedad de un territorio.