Opinión

DEl Polígono de Tiro de las Bardenas

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¿Qué vamos a contar sobre el Polígono de Tiro de las Bardenas, que no hayamos dicho ya? Pese a todo, vemos que tendremos que seguir insistiendo en su desaparición. De entrada su ubicación no es la más correcta. No queremos que la ciudadanía ribera tengamos que estar soportando más tiempo las molestias que genera, ni por supuesto, las situaciones de riesgo que conlleva tener dichas instalaciones en la proximidad de nuestros pueblos y de los pueblos vecinos de Aragón.

Desde un punto de vista pacifista y antimilitarista, no podemos permitir que en nuestra propia tierra haya quienes vengan a prepararse para guerras que nos son totalmente ajenas, pues a estas alturas, creemos que no es de recibo el uso de la violencia para la resolución de ningún tipo de conflicto. A fin de cuentas, los que más duro lo pagan acabamos siendo la población civil.



Sin embargo, al margen de lo ya mencionado y remarcado en tantas ocasiones, nos gustaría puntualizar algunas cosas, que no pasan tampoco desapercibidas. En primer lugar, el funcionamiento de la Junta de Bardenas. Tanto el funcionamiento como la elección de los miembros que la componen hay quienes lo defienden como tradicional, y por respeto a la tradición, pues así se tiene que quedar. Lo lógico sería avanzar hacia una democratización de la Junta. Es decir, que fueran los vecinos de los pueblos congozantes quienes eligieran a sus representantes en dicho órgano.



Pese a ser harina de otro costal, cabe mencionar la aprobación por parte de la Junta, de las modificaciones en las ordenanzas posibilitando de ésta forma la implantación de los distritos, situación que propicia la pérdida por parte de los ganaderos de unos derechos de aprovechamiento de los entes congozantes. Derechos que por el contrario, es la misma Junta de Bardenas, la que dice defender, como anotábamos antes, con terminología tal como historia, tradición, etc., y que con la implantación de dichos distritos, no se consigue sino convertir el territorio comunal de bardenas en un verdadero coto privado para quienes integran dicha Junta. Como se puede ver, éste no es sino un ejemplo más del curioso funcionamiento de la Junta de Bardenas, que para éste caso, no importa modificar unos derechos, una forma de funcionar, que viene de antaño.



Tampoco se nos escapa el detalle de que la Junta firme un convenio de arrendamiento para uso militar. Ha quedado en diversas ocasiones demostrado que los entes son usuarios de Bardenas en el ámbito agropecuario, de extracción de leñas, yesos, cal y piedras y para la caza. No se contempla en ningún sitio su uso para fines militares.



Otra característica de las Bardenas sería su propiedad. El territorio comunal de las Bardenas y pese a no existir inscripción de ningún tipo, quien es propietario es el Pueblo de Navarra, pues nunca el Estado las tuvo en propiedad. De este modo, el “paripé” de la cesión de nuda propiedad que hizo el Estado a la Junta de Bardenas, supondría una injerencia en las competencias de Navarra, siendo contrario a Derecho y constituyendo de este modo contrafuero.



Sin más que decir, entendemos de la importancia de ésta lucha, para desmantelar un polígono que no genera muchas simpatías y para que las Bardenas sean de todos y tengamos capacidad y libertad de tomar las decisiones que creamos convenientes para mantenerlas. De esta forma, nos vemos obligados a hacer las aportaciones necesarias para fortalecer esta reivindicación y que no decaiga este sentimiento popular por el desmantelamiento del Polígono de Tiro. Como es lógico también, no podíamos terminar estas líneas sin un recuerdo especial a Gladys del Estal, militante ecologista asesinada durante las protestas pacíficas contra el uso de la Energía Nuclear y el Polígono de Tiro allá, por el año 1979. Su lucha debiera de ser un referente y un ejemplo para todos nosotros y para las generaciones venideras.