Opinión

¡Deje en paz a los navarros, Sr. Ibarretxe!

Tanto el Gobierno como el Parlamento de Navarra, en defensa y representación del sentir y la voluntad mayoritaria del pueblo navarro, ha pedido en reiteradas ocasiones al presidente de la Comunidad Autónoma Vasca, Sr. Ibarretxe, que no continúe por el camino de la injerencia y la provocación a la Comunidad Foral; pero el nacionalismo, como si nada, erre que erre, sigue ignorando la voz de las instituciones forales y sigue insultando y despreciando a los ciudadanos navarros.

Ahora nos presenta una propuesta en la que, entre otros desvaríos, plantea la creación de un órgano común entre Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca con funciones ejecutivas y legislativas. ¿Les suena la cantinela? Este órgano viene siendo una de las aspiraciones más importantes del nacionalismo vasco dentro de su objetivo final de conseguir la integración de Navarra en el País Vasco, algo que la sociedad navarra rechaza contundentemente.

Y ante este planteamiento, ¿qué dice el conglomerado de partidos nacionalistas de Nafarroa Bai? ‘No sabe, no contesta’, luego el que calla, otorga. Se encuentran muy cómodos supeditando los intereses de la Comunidad Autónoma Vasca a los de Navarra, porque a los primeros se deben, no nos engañemos.

La lealtad y el respeto recíprocos son imprescindibles para llevar a cabo unas buenas y normalizadas relaciones entre dos comunidades vecinas. Está demostrado que cuando hay respeto y lealtad a las realidades institucionales, la colaboración y el entendimiento es posible. Pero el Sr. Ibarretxe opta por un camino erróneo.