Opinión

Decisión por amor

Isabel era una preciosa niña de 5 años con una importante enfermedad genética. Su única salvación era que una persona de su misma cadena de ADN le diera sangre por medio de una transfusión.



Isabel tenía un hermano más pequeño y después de estudiar el médico su sangre, vieron que eran compatibles. El médico habló con el pequeño y le dijo: ¡Sí puedes hacer que tu hermana se ponga buena! ¡le tienes que dar tu sangre! ¿Quieres?



Después de un largo suspiro, el pequeño dijo que sí.



Después de haber pasado unos minutos de transfusión, la cara de la niña empezó a tomar color con síntomas de una recuperación casi milagrosa, pero la del pequeño empezó a apagarse hasta quedarse pálido. Momento en que le hizo una pregunta al doctor: ¿cuándo me voy a morir? El pequeño no había entendido al doctor, y pensaba que tenía que darle toda su sangre a su hermana y aún con todo lo hacía...



¡No a la violencia!