Siguiendo una estrategia orquestada y meditada, después del verano del 2005 comenzó una campaña de acoso contra el gobierno de Navarra a cuenta de los consultorios médicos. Día sí y día también aparecen en los medios los representantes socialistas criticando el supuesto estado calamitoso de algunos consultorios médicos de nuestras poblaciones. Por supuesto que todo es mejorable pero, lejos de la crítica responsable, para ellos la culpa siempre es del gobierno. Coincide que los consultorios médicos de los pueblos son competencia municipal, y coincide que todos los que han visitado y denunciado se corresponden con poblaciones gobernadas por el PSN o afines. ¿De quién es la mala administración?
No por mucho repetir una mentira esta se convierte en verdad, pero ahí queda el poso de la denuncia. ¿Qué hay de verdad en sus acusaciones?
El buque insignia de las críticas lo constituye el consultorio de Tulebras, en donde hay que atravesar un bar para acceder al mismo. Dicho de esta manera hiere la sensibilidad de los ciudadanos que se preguntan ¿Cómo es posible? Efectivamente, el consultorio de Tulebras es el único de Navarra que tiene bar, así los pacientes mientras esperan la consulta pueden disfrutar de un buen café. Bromas aparte, la situación es una vergüenza, pero sólo achacable a los responsables municipales que consintieron la construcción de un bar delante de la puerta del consultorio obligando a los pacientes a cruzarlo para acceder a las consultas. Que luego no imputen la responsabilidad al resto de instituciones.
Una vez exprimido el recurso de los consultorios la estrategia de acoso y derribo del PSN ha pasado a las residencias de la tercera edad donde han demostrado un desconocimiento completo acerca de su funcionamiento y financiación. Pero es igual, lo importante era difamar y aparecer en los medios de comunicación con la sola pretensión del rédito electoral en un asunto de tanta sensibilidad social.
Resulta paradójico que el PSN critique la sanidad Navarra y la atención a nuestros mayores, cuando el PSOE nacional utiliza nuestro sistema sanitario y de bienestar social como referencia de buena gestión para el resto de España; se inspira en Navarra para implantar a nivel nacional la nueva Ley sobre Dependencia. No estarán tan mal las cosas cuando Navarra es admirada por sus servicios sociales y constituye un referente tanto en España como en Europa. Disponemos de 6´7 plazas residenciales por cada 100 personas mayores de 65 años, cuando la media en España es de 3´1 y en Europa de 5´5.
La sanidad y las residencias son mejorables, como también lo son la cultura, la educación, el tejido industrial, la agricultura, las infraestructuras…y todo lo que hace que nuestra comunidad tenga mayores niveles de prosperidad que eleven el bienestar social de todos los ciudadanos. Más les valdría en lugar de perder tanto tiempo en la crítica destructiva aportar alguna idea viable para mejorar los servicios. Quizás sea pedir demasiado.
