Opinión

Cuestión de corbatas

Este miércoles se conmemora la caída del Muro de Berlín, y la cita, por cercana, recuerda el "debate" de los "líderes" Rajoy y Rubalcaba de este lunes, pero del revés... Nunca un evento tan esperado

y anunciado dio tan poco de sí.



La talla y el nivel del encuentro fueron como para quedarse dormidos. Porque ni hubo talla intelectual, ni contrapunto democrático, ni -lo que resulta aún peor-,

un discurso sincero, un enfrentamiento ideológico medianamente creíble, convincente, al menos en la frescura de las intervenciones,

o en la supuesta discusión.



Y fue así no por ellos, que dan de sí, y tienen nivel, sino por el tiñoso planteamiento de una Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión que se debería refundar, ya que de tan pactado, relamido y maquillado, al encuentro le faltó toda la chispa que la ciudadanía esperaba, vistas sus cinco millones de carencias.



Dicho esto, resulta bochornoso el espectáculo dado por las diferentes cadenas de la caja tonta, centradísimas en el color y estilo de sus respectivas corbatas, y en el espectáculo escasamente democrático que se preparó, al enfrentar, sin sinceridad ni interés, tan sólo a dos de los múltiples candidatos de las muchas formaciones que se presentan a las elecciones, alejados -además- de la impronta que supondría un encuentro abierto.

Una visita mínimamente real.



Si esta es la forma en que la televisión y la política entienden la democracia y las contiendas ideológicas, ¡pobres de nosotros!