Opinión

Cuéntame un cuento

El pasado día 12 de enero del año 2009, el nacionalismo español dio su primer paso visible, de cara a preparar unos actos conmemorativos que pretenden realizar el cercano año 2012. Para ello, don César Antonio Monila, ministro de cultura del reino de España, visitó Iruñea, antigua capital del Reino soberano de Navarra, para copresentar una “comisión oficial” junto al presidente de la actual C. F. de Navarra o Navarra reducida, don Miguel Sanz.

El año 2012 estará marcado para los navarros y navarras por dos efemérides. La primera es la batalla ocurrida en Las Navas de Tolosa el año 1212, a la que acudió el rey vascón, Sancho VII el Fuerte, tras ser presionado reiteradamente y sufrir la amenaza de excomunión. Una excomunión que volvía a significar la pérdida del título de rey de Navarra, quedando así los restos del Reino vascón, a espesas de las pérfidas ambiciones otros príncipes cristianos. Estas amenazas al rey de Navarra, no las sufrió en cambio el rey de León, quien se negó y no acudió a las llamadas de Cruzada, realizadas por "el señor de Roma” Inocencio III y de Arnaldo Amalric, obispo de Narbona y antiguo abad de Poblet.

Pero la efeméride más importante, no solo para nosotros los navarros y navarras, sino también para ellos, los españoles, es por lo que ocurrió en el año 1512 y sus consecuencias. Las intenciones nacionalistas españolas quedaron descubiertas rápidamente, en el mismo acto de presentación de su “comisión oficial” y especialmente fueron explícitas las palabras del presidente de la residual Navarra, don Miguel Sanz:

“En 1512 se produce la incorporación a Castilla, dando forma a la Navarra autonómica, foral y española”.

Esta afirmación, es rotundamente falsa; ya que un numeroso ejército castellano invadió y ocupó el Reino de Navarra el año 1512 por un frente, mientras que por otro lo hacia un ejército aragonés. El ejército castellano estaba capitaneado por Fabrique Álvarez de Toledo, duque de Alba, mientras que las tropas aragonesas eran capitaneadas por Alfonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza e hijo natural o bastardo del artífice del ataque al Estado de Navarra, el católico Fernando II de Aragón, a su vez regente en Castilla y que se autotitulaba rey de España, el cual es conocido como el Falsario por los navarros y navarras.