Cada vez que la clase política profesional se refiere a la juventud en cualquiera de sus diversas vertientes hay que empezar a templar y a preocuparse por los destinatarios de sus decisiones, la propia juventud.
Ahora el PSOE de Tudela nos propone casetas para fiestas como complemento a los cuartos de fiestas.
Es posible que existan jóvenes en nuestra ciudad que quieran meterse en 15 metros cuadrados, con luz y baño eso sí, y pasar las fiestas en medio de la ciudad, a sol y sombra y custodiados por la Policía Municipal, que como tenemos tantos agentes en fiestas les damos la propina.
Es posible que UPN le haga caso al PSOE, no lo sé, pero independientemente de todo ello creo que lo más importante sería que los propios jóvenes decidan qué quieren hacer, qué les gusta y se organicen ellos y ellas las fiestas, que al final en un 75% así será.
La clave no está en darles todo atado y bien atado, ni tampoco en organizar unas jornadas al uso y de sus conclusiones entresacar lo que me interesa para luego utilizarlo electoral y políticamente para beneficio partidista.
Promover el asociacionismo juvenil, la autogestión y la libertad creativa supone asumir la crítica, la rebeldía y las ansias de libertad de una juventud que busca de forma plural y diversa tener voz propia para afrontar colectiva y personalmente los retos que tienen por delante, incluidas las Fiestas de Tudela.
Pero los políticos profesionales no quieren críticas ni de los jóvenes, ni de sus padres y madres, y juegan a marear la perdiz, sin dar soluciones a los problemas.
En Tudela existe una ordenanza de cuartos de fiestas, cúmplase la ordenanza en lo relativo a condiciones higiénico sanitarias, exíjase contratos de alquiler a precios asequibles, revísense esos contratos, pregunten a los vecinos antes de dar permiso para instalar un cuarto de fiestas y si no vale la ordenanza pónganse de acuerdo en modificarla.
Para dar el voto afirmativo al Presupuesto del Ayuntamiento o al Polígono de Tiro de Bardenas les bastó con una llamadita de Jiménez desde Pamplona, pero a nuestra juventud con mandarles a las casetas quedamos muy bien. Y se llaman socialistas.
Santi Lorente
