Opinión

Crisis de ansiedad

Una nota de prensa llegada a nuestra redacción nos informa de que la crisis económica está provocando un apagón de ánimos e incrementando la demanda de ayuda psiquiátrica. Los perfiles de estas personas responden a empresarios que van a la quiebra, a trabajadores que ven peligrar su puesto de trabajo y a personas mayores de 70 años que sienten cómo pierden capacidad adquisitiva.

La respuesta de estas personas ante la apreciación de la crisis es un desequilibrio mental en forma de depresión o cuadro de ansiedad con unos síntomas que seguramente a muchos les sonarán, porque la ansiedad está tan instalada en esta sociedad del consumismo y las prisas, que pocos la desconocen. Los síntomas son palpitaciones, dolor agudo de pecho que hace pensar en un infarto, falta de aire, inquietud... etc.

Sanidad indica que la detección precoz de estos síntomas es fundamental y recomienda a los médicos de cabecera que realicen las derivaciones pertinentes para que se solucione el problema emocional con rapidez. Toda una paradoja, cuando casi todos los centros de salud mental están más que saturados y tardan mucho tiempo en dar cita a sus pacientes.

No obstante, la noticia de que el Hospital Reina Sofía de Tudela va a contar con una Unidad de Psiquiatría es muy buena y, supongo, paliará la escasez de recursos en el área de la salud mental.

De todas formas, la noticia de la ansiedad por la crisis económica no sorprende demasiado, cuando son muchísimas las personas que padecen ansiedad sin causas aparentes y lo esconden, no sé por qué motivo, hasta que un día en una cena, en la puerta del colegio o en la peluquería a alguien se le oye decir que lleva una mala temporada, que parece que se ahoga, que siente dolores inexplicables, que está pendiente del pulso arterial, que no concilia el sueño, que se altera con el vuelo de una mosca...