Opinión

Contra la reforma laboral, Huelga General

La Huelga General convocada para el 29 de septiembre es una oportunidad para dar una respuesta, lo más amplia posible, a las medidas antisociales puestas en marcha por el Gobierno y a los nuevos recortes que se anuncian para un futuro inmediato.

La Reforma Laboral, endurecida en sus aspectos más regresivos tras su paso por el Congreso el pasado 9 de septiembre, supone la mayor agresión, el mayor recorte de derechos laborales de las últimas décadas.

Entre otras cosas, facilita y abarata el despido, no ataja la temporalidad abusiva y fraudulenta y aumenta el poder de las empresas, que podrán modificar más fácilmente las condiciones de trabajo o inaplicar el régimen salarial de los convenios sectoriales, debilitando la negociación colectiva e individualizando las relaciones laborales, lo que significa menos protección y más precariedad.

Si a esta situación se le añade el elevado número de personas en paro (4 millones en toda España, 41.000 en Navarra y 7.500 en La Ribera), la reducción del gasto y de la inversión públicas (que frenarán la recuperación económica y la creación de empleo), la congelación de las pensiones otra vez para el 2.011 y de los sueldos del personal funcionario, y la anunciada reforma del sistema de pensiones, con el retraso de la edad de jubilación, y la ampliación del período de cálculo con la consiguiente reducción del importe de las pensiones futuras, el panorama es desolador.

En lugar de controlar a los mercados y evitar la especulación, como se decía al principio de la crisis, estamos asistiendo a un serio ataque a aspectos muy importantes del llamado “Estado de Bienestar”. El Gobierno del PSOE, como la mayoría de los gobiernos europeos, se ha plegado a las exigencias de los “mercados”, a las exigencias del capital financiero especulativo que provocó la crisis y que encima pretende aprovecharse de ella para recortar derechos sociales y aumentar sus beneficios.

Lo que causa verdadera extrañeza y perplejidad es la escasa respuesta social habida hasta ahora ante semejante atropello.

Se requiere una respuesta más amplia y contundente para obligar al Gobierno, y a las fuerzas políticas que le apoyan, a rectificar. La Huelga General del 29 de septiembre es una oportunidad que no podemos dejar pasar.

Por encima de las diferencias que podamos tener con CC.OO. y UGT, por encima de que en parte sean responsables de la situación de desmovilización en la que hoy estamos inmersos, quienes desde hace tiempo venimos defendiendo la necesidad de la movilización, no podemos quedarnos al margen de esta convocatoria.

SOLIDARI no va a escatimar esfuerzos para que la huelga sea lo más amplia posible, con la esperanza de que las siguientes movilizaciones, que sin duda se volverán a convocar en los próximos tiempos, respondan a una convocatoria más unitaria.