Opinión

Con un pie en el carro universitario

El lunes pasado Tudela asistió a un hecho histórico, ansiado por los agentes sociales y por los políticos locales desde hace muchos años. La apertura del primer curso de Fisioterapia e Ingeniería Mecánica de la UPNA en la capital ribera colmó de ilusión a muchos, entre ellos al propio Luis Campoy, que cuando fue alcalde de nuestra ciudad luchó sin descanso para traer a la UPNA ,y que -paradojas de la vida- en el recibimiento oficial de los alumnos fue el único que no tuvo la oportunidad de dirigir unas palabras a los presentes. A buen seguro, habría sido el discurso más emotivo, porque al acto le faltó una pizca de emoción, todo sea dicho. Miguel Sanz nos adelantó que la próxima semana se adjudicarán las obras del campus, una infraestructura necesaria para que la universidad crezca, se consolide y, por qué no, aspire a ser un referente en el panorama universitario nacional.

El presidente no descartó seguir utilizando el hospital Reina Sofía para fines docentes cuando la UPNA tenga en Tudela su propio campus, y lanzó la idea de que esta universidad inaugure oficialmente alguno de sus cursos en la capital ribera.

La Ribera está de enhorabuena, aunque sólo haya asistido a la colocación de la primera piedra de ese proyecto universitario que, como dijo Sanz, llega “con espíritu inconformista”. Eso deseamos.