Opinión

Ciudad Agroalimentaria de Tudela

Algunos partidos dudaron y la cuestionaron, pero hoy la Ciudad Agroalimentaria de Tudela es una realidad que suscita adhesiones y buenas opiniones de muy diversos colectivos y sectores sociales. Hace unos días, la organización sindical UGT consideraba que la principal vía para mejorar la situación industrial está en la Ciudad Agroalimentaria que se construye en Tudela. Su secretario general, Cándido Méndez, apuntaba también que Navarra está mejor situada y mejor equilibrada económicamente que el resto del país porque es una comunidad que depende menos del ladrillo en favor del sector industrial. Además, recordaba que los niveles de paro en Navarra son de los más bajos y que las diferencias en el desempleo entre hombres y mujeres son menores que en el resto de comunidades. “Navarra está mejor ubicada para afrontar esta crisis internacional, pero también hay que observar los riesgos y seguir apostando por los sectores industriales”, apuntaba.

La Ciudad Agroalimentaria de Tudela refleja la apuesta que hace el Gobierno de Navarra en ese sentido. Se asienta en un polígono de 1,2 millones de metros cuadrados, promovido por la empresa pública SPRIN, con una inversión de 120 millones de euros. Nace con la vocación de ser un centro de referencia de la calidad de los productos agroalimentarios de la Comunidad Foral y específicamente de la Ribera del Ebro. Está previsto que se instalen en el polígono medio centenar de empresas y se consigan crear 1.400 nuevos empleos. Este verano ya empezará a funcionar la primera de ellas.

La industria agroalimentaria constituye uno de los puntales de la economía navarra. No en vano, representa el 10,5% de la producción de Navarra y el 12,4% del empleo, de ahí que la relevancia de este sector merezca el continuo apoyo del Gobierno de Navarra y de las instituciones.

Pero si hay una iniciativa que va a impulsar este sector es sin duda el Canal de Navarra, que sigue avanzando, no lo olvidemos, a buen ritmo y que beneficiará a muchas zonas de Navarra, entre ellas a La Ribera. En total, los 340 hectómetros cúbicos de agua que circularán por el Canal permitirán convertir en regadío 53.000 hectáreas. Por cada mil euros de producción en el regadío se generan como actividad inducida otros mil en la agroindustria. Además de garantizar el consumo humano y el uso eficiente del agua. ¿No son suficientes motivos para convencer a los partidos nacionalistas vascos que no creen en esta obra y que tratarían de paralizarla si estuvieran en el Gobierno?