Hacernos desterrar el hacha de la Gamazada es un absurdo, a un paso de la unidad fiscal de los 27 países miembros de la Unión Europea, pero lo que nos tenemos que estar oyendo los navarros estos días es, como poco, vergonzoso y vergonzante.
Suprimir el Senado -como Irlanda, que al menos lo está estudiando-, "aligerar" las tradicionales diputaciones, que tras la Constitución del '78 se quedaron obsoletas e inútiles, no es lo importante. Como tampoco lo es modernizar una Administración, tanto central, como local, comarcal o regional. Ni es prioritario... Lo que se lleva, como siempre entre nuestra impresentable "clase" política, es poner en la paja ajena el madero propio.
Resulta que ahora los insolidarios somos los navarros. Nos califican
de "privilegiados" por contar con un "Convenio" propio ante el Estado. Y se quedan ahí, mirando el ojo que señala, mientras la luna, que ilumina, llena en plena noche, les pasa desapercibida.
Al parecer, desconocen que Navarra es, y fue, un Estado propio hasta 1842. No tienen ni remota idea de que eso que ellos llaman España se gestó desde aquí, y ahora nos quieren condenar al tormento que supone sacar el ojo al tuerto para que todos seamos igual de ciegos... ¿Dónde
se encuentra la ventaja competitiva?
Yo le pediría al Sr. Pere Navarro, líder del Partit dels Socialistes (PSC), coautor de esta nueva gesta, que en lugar de dar palos al agua de la mano de un socialismo burgués que no tiene ni proyecto ni idea alguna sobre España ni de Europa que, al menos, no sea tan chovinista como aquellos a quienes pretende frenar.
