Y aunque yo tenga bien claro que es dirigida a los Reyes Magos, en este mundo que han dado en llamar de la diversidad, de la globalización, que pasa por la multiculturalidad y su respeto; uno ya no sabe a quién dirigirse con la sana intención de que por lo menos, le traiga en estas fechas de Navidad, “civil o religiosa” ¡qué incongruencia! aquello que anhela y que seguro que pretende como propósito para el año que viene, porque en éste no ha podido conseguirlo.
Pido a mis tres Majestades, a Santa, a Noël, a Olentzelo, o vaya usted a saber a qué laico o civil que propongan, -porque probablemente sea más “políticamente correcto”-, carbón, porque en época de crisis en la que no sólo nos han metido, y nos hemos dejado meter, lo mejor es que por lo menos, tengamos algo para calentar el cocido que Dios quiera proveer. Y como hay crisis sólo una cosilla más “esperanza”, que esa es laica al puro estilo actual. Esperanza en un futuro mejor, por que los que tenemos suerte de ser creyentes, sabemos que nuestra Esperanza es Cristo y esa nos da la alegría de seguir.
