Por fin España consigue la estrella oficial en su camiseta! Después de 80 años de mundiales, España entra en la historia entre los 8 equipos que ya han ganado como mínimo una Copa del Mundo. Hace un mes empezamos ganando el campeonato sin siquiera haber jugado un solo partido. Y tras el primer partido, ya miraban todos a la historia y a la pobre Sara Carbonero. Pero si había un año que se podía ganar el mundial, era éste. Y volviendo a la humildad mediática y, en silencio, sin gritar muy alto, la Roja iba superando a sus adversarios de 1-0 en 1-0. Entonces llegó el gran protagonista de este Mundial: el famoso pulpo Paúl, que nos tranquilizó a todos cuando predijo que España ganaría al terremoto alemán y finalmente, a la Orange de Robben y Sneijder.
Ha sido un momento increíble en el que de repente todo el mundo latía hacía una misma dirección, donde la unión de la selección se apoderó por todos los rincones del país y daba igual la ideología porque cualquiera compañía era buena para ver a la Roja en el bar de la esquina. Mucha gente ha vuelto a sonreír como hacía tiempo que no lo hacia; mucha gente se ha visto desbordada de felicidad al sentirse campeona del mundo; y mucha gente disfrutó el domingo como nunca lo había hecho. Y es que hay cosas que, desgraciadamente, sólo las consigue el fútbol. Esta semana el rojo desbordará por todo el mundo pero, ¿hasta cuándo durará esta celebración?
Ahora qué ya hemos ganado el Mundial, ¿qué? ¿Toca volver ya a la dura realidad o todavía tenemos que quedarnos unos días más de resaca en este fantástico sueño en el que hemos ido navegando durante este mes y esperar a que terminen también los san fermines? ¿Podremos empezar a ver los telediarios normales de antes o seguiremos viendo videos de Sudáfrica y reportajes interminables de los partidos del mundial? Hemos asistido a un hecho histórico, pero no podemos olvidarnos tampoco de otro hecho histórico, la crisis, que la llevamos lastrando desde bastante antes de llegar el mundial y que hay que superarla cuanto antes.
Los políticos, que tan eufóricos y tranquilos han estado estos días (que le pregunten a la gente qué ha pasado con la manifestación en Cataluña por el Estatut a ver si se han enterado de algo), no se pueden olvidar de la realidad de la situación y es que la economía española parece no encontrar su tope; hay que paliar de inmediato la vergüenza de la violencia de género que tristemente aparece más a menudo en los telediarios; además, de otros tantos problemas que azotan el país.
Después de estas pequeñas, merecidas y esperadas “vacaciones”, después de este mes intenso de sufrimiento con final feliz que quedará para siempre en nuestra memoria; habrá que volver a ponerse, y esta vez en serio, a crear puestos de trabajo y salir de una vez por todas de esta jodida crisis que ha ido y está cayendo sin compasión alguna por los hogares y empresas.
Una primera propuesta que se me viene a la cabeza para volver a crear empleo es empezar a preparar los hospitales ante la más que posible oleada de Ikercitos y Andresitos que se avecinan para dentro de nueve meses, y si no, preguntad en Cataluña lo que les pasó este año después del “Iniestazo” de Stamford Bridge y del famoso 2-6.
Con todo, aprovechad estos días para las celebraciones, porque hasta dentro de dos años no tocará volver a pasar algo igual: ¡Enhorabuena a los campeones del mundo!
