Opinión

Calores y cambios

Llevamos unos días de calores intensos y duros. Francamente malsanos y no demasiado habituales, por persistentes, en estas latitudes. Todo apunta, digan lo que digan, a que el cambio climático está llegando: No quisiera pecar de agorero o apocalíptico, pero es cierto que el medio está modificándose completamente.

El riesgo meteorológico de incendios forestales ha estado, está, estos días en unos niveles absolutamente desmedidos y descontrolados. En lo que va de año se han calcinado en el Estado 75.000 hectáreas, 34.000 más que en 2008. Y la cifra es alarmante.

Curiosamente este dato ha visto la luz los mismos días que se ha dado a conocer que, en 50 años, se ha multiplicado por 6 la superficie urbana de Navarra, a la par que se ha aumentado en 1.000 kilómetros cuadrados su superficie arbolada -una tercera parte del territorio foral- si bien en la Ribera el panorama es más desolador...

De ese arbolado “de más”, son los pinos silvestres la especie que más terreno ha colonizado, 565 km2., lo que es lo mismo que decir que estamos en una comunidad verde pero sólo en apariencia, dado que la cubierta vegetal que acompaña a este árbol, si no se regenera de forma natural, es efímera y potencialmente carne de cañón de unos incendios y unas temperaturas que se elevan y elevan cada verano más y más, acercando el desierto cada vez un poquito más a nuestra tierra.