La movilizaciones que se están produciendo en torno a la desaparecida Caja Navarra, con iniciativas que además de al Parlamento han entrado en los Juzgados y se están viendo rodeadas de una interesante respuesta social, con Charlas, encuentros y convocatorias de reivindicaciones de todo tipo, están liderando la actualidad navarra. Las más de las veces éstas surgen desde el subyacente interés de la obtención de rédito político de formaciones cuya acción se está centrando, exclusivamente, en rebatir cuanto se hace desde toda instancia que les sea ajena, pero no es menos cierto que los hasta ahora todo poderosos dirigentes de la sacrosanta entidad foral, ya desmembrada y desmantelada, han pecado de una soberbia y prepotencia tales que ahora van a recoger, de un golpe, todo el desencanto que sembraron.
