Sorpresivamente, este lunes por la tarde Yolanda Barcina anunció que no se iba a presentar a la reelección, si bien se ponía a disposición del partido, para ‘seguir’ como éste considere oportuno.
El gesto le honra dadas las críticas a su gestión que se habían despertado incluso en el seno de la formación regionalista, a través de una corriente liderada por el ex presidente del partido y del Gobierno Foral, Miguel Sanz. Ahora bien, ceder el paso a estas alturas, tras mostrar interés en agosto, en el cónclave de inicio de curso de Cadreita, deja a UPN en el aire y denota un giro sorpresivo que ahora justifica alegando que “ha llegado el momento de recuperar tiempo para mi vida privada”. Aduciendo, además que no toma esta decisión “porque me pida nadie que dé un paso atrás”, dijo. “Estamos en un momento importantísimo para Navarra y para UPN”, destacó y, sin embargo, abandona ser líder.
Hasta el día 21 de noviembre el Comité de Listas de UPN tendrá tiempo para apostar por un cabeza de cartel que va a tener poco tiempo para preparar y prepararse para los comicios de mayo de 2015, razón por la que apostamos por Alberto Catalán como principal y más preparado candidato a liderar a los regionalistas.
Incomprendida, y en un mal momento económico, deja una incógnita más en el complejo entramado político navarro, sumido en falta de liderazgos claros y de proyectos solventes.
