Ya ha pasado un tiempo, después del culebrón del verano foral, y al fin tuvimos fumata, ¡ya no estamos en la primera página de la actualidad nacional! A todos nos ha dejado un mal sabor, tal y como se desarrollaron los acontecimientos. Se dijeron demasiadas cosas, y se actuó por parte de los negociadores socialistas con una torpeza enorme. En el pecado llevan la penitencia.
Me quiero centrar en dar la enhorabuena a la UGT de Navarra, que dentro de la familia socialista es la única que ha mantenido las ideas claras, ya que conoce muy bien, en el día a día, el comportamiento oportunista y desleal de los sindicatos anexionistas en Navarra. Por lo que no se han dejado impresionar por las soflamas de progresismo. Los ugetistas conocen bien y padecen, los distintos comportamientos en Navarra y en el País Vasco, de dichos sindicatos. Que el Gobierno en el contexto de la negociación con ETA, haya señalado la moderación de Aralar… la valía de Uxue… realizando un gran lavado de cara mediático, apoyado por sus medios afines, pues hasta tenía un pase. Entendido en el contexto, del todo vale (alianzas con nacionalistas) con tal de estrechar el margen de maniobra del centro derecha.
Pero con la ruptura de la tregua por parte de ETA, el escenario cambió, y nuestros buenos chicos socialistas navarros, pretendieron seguir jugando a ser socialistas catalanes, en un tiempo en el que ya no tocaba, y para más inri, con una fuerza electoral muy escasa, sin apenas autocrítica, ante los malos resultados. No fue casual que las distintas sensibilidades socialistas, se unieran en una interpretación interesada de los resultados del 27 M. Sólo dijeron escuchar la fuerte apuesta por el cambio, por el progreso, que según ellos demandaba la sociedad navarra.
Lo que en román paladino quiere decir que estaban todos con un ansía infinita por tocar poder, después de tantos años de sequía, eso sí acompañados tanto por una IU, que también cosechó un gran descalabró, como por NaBai, que con tal de llegar al poder, estaba muy, pero que muy blandita en sus aspiraciones a corto plazo. No han querido ver el carácter claramente anexionista, sectario y excluyente de los nacionalistas vascos-navarros, de sus conocidas prácticas de entrismo, ¡es demasiado! Favorecieron a NaBai al lavar su imagen, estos de lagarterana y unidos, optimizaron sus posibilidades electorales, y han estado a punto de convertirlos, no ya en alternativa de poder, sino en el propio poder foral, al querer ser compañeros/as de Gobierno Foral.
Menos mal que en un análisis electoral correcto, Ferraz ha puesto el veto a semejante barbaridad. ¿Cómo quieren los socialistas riberos, recuperar votantes en la Ribera que antes les votaban y hoy votan a UPN? Desde luego no será apoyando a NaBai con tal de tocar poder.... Desde el punto de vista de ciudadano, hemos echado en falta, una segunda vuelta, como tienen los franceses, para que seamos los de a pie los que podamos decidir, volviendo a votar, y no sean los partidos con sus componendas, los que nos sustituyan.
Por otro lado, con calma, cuando analicen lo ocurrido, muchos somos los que deseamos que los socialistas apuesten por el regreso a los principios, ya que no todo vale, con tal de alcanzar cuotas de poder. Alguna reflexión tendrán que hacer ante el nuevo partido de izquierda que acaba de aparecer. La defensa de la españolidad de Navarra, no es reaccionaria, sino verdaderamente progresista, garantiza la defensa de la libertad individual de todos y cada uno de los navarros, al margen de sus distintas posiciones políticas.
