Opinión

Ante la tele

Estoy perplejo. Hay una chica, funcionaria, que le dice a un chico que no puede completarle un documento porque le falta una fotografía.. y va el tío grosero y le sugiere que lo que le pasa es… ¡que no caga bien!

Cuando uno está esperando que le parta la cara de un bofetón, la pantalla nos ofrece a la funcionaria y al guarro sonrientes y felices, casi acaramelados. Al final nos hacen entender que la chica ha comprado cierto producto y ahora es feliz porque defeca con regularidad a gusto de todos. Maravilloso.

Ahora se me abren los ojos. A lo largo de mis frecuentes visitas a las oficinas de atención al público, he visto con mucha frecuencia y bastante indignación a los funcionarios que, sorpresivamente, se levantan de su mesa y abandonan la sala, indiferentes a la cola de gente que espera expectante. Y retornan con la sonrisa en los labios al cabo de veinte o treinta minutos. Siempre había pensado que iban a tomarse un bocadillo u otro de sus innumerables cafés. Pero la televisión me ha mostrado que no van al bar sino al water... y regresan presurosos tras un largo y loable esfuerzo. También veo que su cara de satisfacción no se debe al vasito de vino que ha bebido ni al chiste que le han contado sino a una deposición tan abundante como satisfactoria.

Pido perdón desde aquí por no haber comprendido hasta ahora el verdadero problema del funcionariado. Y ahora estoy seguro de saber la verdad pues, en caso contrario, no dudo de que el ministro de Administración Pública hubiese salido prestamente al paso, a desmentir lo que sugiere el anuncio y nos hubiese asegurado que el notable rendimiento de sus probos trabajadores nada tiene que ver con la frecuencia con que visitan el escusado. Es más. Pienso que en cualquier próximo Consejo de Ministros se aprobará alguna partida para algún plan de adecuación y modernización de los aseos de las dependencias de la Administración. Y espero que las empresas privadas que tienen servicios de atención al público tomen buen ejemplo de la Administración y no sean reacios a facilitar la correcta evacuación intestinal de sus empleados.