Opinión

Ángel Cornago - Pregonero del Volatín

"Hay tres actos durante el año que cuando se celebran, nos aceleran el corazón, nos erizan el vello y nos embargan de emoción. Uno es el chupinazo... los otros, el Ángel y el Volatín... nos sentimos trasportados a las costumbres de antaño. Es como si observáramos, sorprendidos, la vida cotidiana de nuestra ciudad de hace varios siglos... Tal vez a partir de este año, si se confirma la autenticidad del evangelio de Judas, y en consecuencia que fue el discípulo ejemplar y preferido de Jesús, en vez de celebrar su ahorcamiento, tengamos que sacarlo en procesión y hacerle rogativas. Aunque así sea, en Tudela seguiremos celebrando el Volatín, y personificaremos en él, además de a los traidores, a los violentos, a los corruptos, aduladores, trepas, dogmáticos, botarates, petimetres, y a los que se aprovechan del ciudadano para perseguir sus intereses. Todos los años le explotaremos un puro en la nariz, y le someteremos después, a ese zarandeo maldito para, como en un exorcismo, intentar limpiar de dichos personajes nuestras vidas”.