Opinión

Amas de Casa

Las Amas de Casa celebran su día el próximo 9 de octubre. Naturalmente, en el colectivo habrá que integrar a los Amos de Casa, que también los hay. Todos ellos y ellas merecen una mención especial por el trabajo que desarrollan, ni reconocido ni bien visto, a pesar de ser la suya una labor primordial. Pero en estos tiempos que corren, su quehacer pasa más que desapercibido. Además de no valorarse, corre evidente riesgo de extinción.

Antaño, las Amas de Casa regían y gobernaban la familia y algo más, pero ahora su papel ha quedado relegado a soportar el eufemismo de ser calificadas de “Marujas”, sin otro haber en su currículum que el de mantenidas sin valor. Mientras, la realidad las eleva a la categoría de catedráticas de economía de la cesta de la compra y doctoras en psicología de todos los del hogar... Es lo que tiene la vida: el trabajo nunca va unido a la fama y menos al reconocimiento.

Para postre, es preocupante comprobar cómo Zapatero anda subvencionando todo lo que se mueve, con ayudas directas por tener hijos, al alquiler de viviendas, y sabe dios a qué más se le ocurrirá de aquí a marzo, creando un irreal apoyo al desprotegido que en realidad sólo está engañando a la sociedad para convertirla en burguesa, repipi y comodona, como ha pasado en Francia, donde no trabaja ni dios.

Sería menos hipócrita y más justo apoyar a las familias directamente, pagando a las Amas de Casa un sueldo como hacen en Finlandia, no sólo por los hijos y los ancianos, sino desde el punto de vista del trabajo que representa su gestión, atención y apoyo global.