Soy un ciudadano, normal y obediente. Pago todos mis impuestos y vivo según las normas sociales marcadas, sin ánimo de molestar a nadie y procurando ayudar, a todo el mundo, en lo posible.
Desde hace tiempo, vengo observando que en una calle muy céntrica de la ciudad, una calle llena de tiendas, se viene dando una alteración que a mi juicio es ya " intolerable". Se trata de dos tiendas que venden sus productos en plena acera, impidiendo así el paso a los peatones, y especialmente a los que van en silla de ruedas o bebés.
Poco a poco, estos establecimientos que están juntos, se han ido adueñando de la calle, de la acera, que por supuesto no les pertenece. Han ido creando una costumbre que ahora nadie se atreve a discutir, han hecho creer a todo el mundo que la acera es suya... Si en lugar de corregir este problema lo vamos permitiendo, no me extrañaría nada, es más, yo se lo recomiendo, que las otras tiendas de la misma calle hicieran los mismo, o sea, que saquen a la acera, sus cafés, mesa incluida, sus ropas, sus zapatos, o sus retretes, que también los hay, y cuya vista estaría más al alcance de todos, en plena acera.
Me parece una vergüenza que los ciudadanos que están impedidos, o que caminan con dificultad, o que, simplemente van cargados de compras, tengan que pasar apuros para andar por una acera que es de todos! Además, con sus productos restan sitio en la acera, justo en el paso de peatones, para más comodidad. Del tema sanitario, ya hablaremos otro día, porque desconozco si se controla por parte de la autoridad competente en la materia, que estos productos alimenticios estén en el lugar adecuado para su venta y consumo, recibiendo el humo de los coches; el polvo que sacuden los vecinos; los estornudos y las toses de los que van por la calle.
