¡Cómo pasa el tiempo! Revisando unas facturas de la luz me han venido a la memoria los recuerdos de una infancia, no tan lejana, pero sí pasada, y una Madre persistente: “Hijo mío, apaga las luces cuando salgas del baño, de la habitación, la del pasillo…”. ¡Uf, qué pesadez!
Ahora que soy yo el que paga el recibo de la luz, repito una y otra vez a los míos ¡Apaga la luz cuando salgas! ¡Vivir para ver!
Anoche, cuando circulaba con el vehículo camino de casa -no importa si era Ctra. Corella, Ctra. Fontellas, Ctra. Alfaro, los polígonos industriales o alguna de las calles de Tudela con una iluminación excesiva-, pensaba que si de cada cuatro de estas farolas encendidas se les quita la bombilla a tres, podríamos ahorrar, si no el 75% del recibo de la luz, al menos un 50%.
Está claro que los gobernantes del M. I. Ayuntamiento de Tudela no tenían una Madre tan insistente como la mía o no tienen que pagar el recibo de la luz de su bolsillo.
Leo en prensa que "El M.I. Ayuntamiento de Tudela retrasará el encendido navideño una semana". Por mí como si no las encienden.
¿No les parece que estamos con una iluminación un tanto excesiva? ¡Y con la que está cayendo! Quizás es hora de empezar a gestionar los recursos de los que disponemos y empezar a apretarse el cinturón desde la propia administración en unos servicios que no son esenciales. Y así no caer en la tentación facilona de subir impuestos para pagar los excesos de un ayuntamiento que no tiene fin a la hora de dotarnos de grandes obras, para después no poder llenarlas de contenidos. Y para no tener que recurrir a recortes, principalmente, en Educación y Sanidad, sectores que sí son verdaderamente importantes.
Esta sólo es una medida de ahorro, hay más... ¿No se les ocurre alguna?
