Opinión

Agencia Navarra de Emergencias

Desde hace años, los trabajadores y trabajadoras de SOS-Navarra venimos sufriendo una deficiente gestión en lo que a personal se refiere, tanto antes de la creación de la Agencia Navarra de Emergencias, como en la actualidad también (a pesar de los acuerdos y promesas). Viendo cómo estamos hoy en día, ante la falta de previsión en lo concerniente a la plantilla de los Operadores/as de Coordinación, podemos decir no sólo que la A.N.E. no ha sido capaz resolver el problema, sino que la situación ha empeorado año tras año. Hagamos memoria.

En el año 2006, nos encontramos a las puertas del verano, momento en que el trabajo en el centro se dispara (fiestas de San Fermín y resto de Navarra, campaña forestal, turismo...), sin poder disponer de la plantilla necesaria para cubrir los turnos.

Tal fue la situación que se creó, que en reunión mantenida con el Director General de Interior en vísperas de sanfermines, se nos llegó a decir que igual tenían que denegar las vacaciones ya concedidas. Finalmente, se sacaron de la manga el realizar un curso de formación “express” a personal que estaba en las listas de auxiliares administrativos del Gobierno de Navarra. Tras finalizar el mismo fueron literalmente – y como se dice por estos lares – echados “a los toros”, comenzando a trabajar como buenamente pudieron. Bien es cierto que con la Dirección firmamos un acuerdo de mínimos para años sucesivos, con la esperanza de que esto no volviera a repetirse.

Pero todo puede empeorar

Sin embargo el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. A pesar de la experiencia, en el 2007 y otra vez a finales de junio, nos volvimos a encontrar con que no había personal para cubrir buena parte de los turnos necesarios para San Fermín y para el resto del verano. A última hora y en previsión de la situación que se nos venía encima, la Comisión de Personal y los trabajadores aceptamos una vez más renunciar a días de fiesta y vacaciones, y realizar horas extraordinarias todo el verano, solucionando una vez más con su esfuerzo esta falta de planificación y pésima gestión de personal que arrastramos en la A.N.E., quien por su parte se comprometía a tomar las medidas necesarias para estabilizar la plantilla (menos de la mitad eran funcionarios), y que esta situación no volviera a darse.

Los mínimos de personal necesarios por turno no se están cumpliendo, y tampoco se van a cumplir en algunos turnos de San Fermín. Y de la plantilla prevista para todo el verano, la mitad o más en cada turno es personal nuevo, que ha entrado en la segunda quincena de junio. A pesar de saber perfectamente que para poder trabajar con seguridad en el centro 112 hacen falta semanas y meses de rodaje, la Dirección de la A.N.E. ha planificado las fiestas y el resto del verano de manera que hay días en que más del 50% del personal por turno es nuevo, y el resto del personal, al que además se le han negado vacaciones durante el primer semestre del año, está agotado y sobrecargado de trabajo (hay que seguir gestionando las urgencias al mismo tiempo que se enseña a los nuevos compañeros, para que luego algunos se vayan además...)

Tanto los trabajadores del centro como la Comisión de Personal y la Dirección de la Agencia sabemos que esto se está notando ya en la atención de las urgencias (lentitud y pérdida de control en el trabajo, mayor tiempo de respuesta, llamadas perdidas en aumento...). Y por eso, a través de esta nota, queremos primero pedir a la población y al usuario del teléfono de emergencias 112, así como al personal de los servicios coordinados a través del 112, que tenga paciencia cuando nos llamen, que hacemos todo lo que está en nuestra mano para resolver todas las urgencias que se reciben en SOS-Navarra; y segundo, denunciar esta situación que se repite año tras año, siendo la A.N.E incapaz de cumplir, en este caso, aquello a lo que se comprometió. Queremos dejar claro que toda reclamación por parte de la población, debido a lo anteriormente expuesto, será responsabilidad de la Dirección de la A.N.E., como consecuencia de esa mala gestión de personal por parte de sus responsables que arrastramos año tras año.