Últimamente se ha generado un cierto malestar entre los pequeños y medianos comerciantes de Tudela a raíz de un editorial que publicó a mediados de agosto Plaza Nueva, haciendo referencia a que no se iba a celebrar la “tradicional” Feria del Stock en septiembre, ya que “los comerciantes nos habíamos echado atrás porque el Ayuntamiento no aportaba dinero para subvencionar los stands, aunque sí el recinto”. Ha habido declaraciones posteriores de personas implicadas en la realidad del asunto que confiamos hayan contribuido a clarificar el malentendido; principalmente porque se trataba de una iniciativa particular de una de las cuatro Asociaciones de Comerciantes que existen a día de hoy en la capital ribera y no del comercio tudelano en general.
Dicho esto, creemos que éste es un buen momento para romper el mito que existe respecto de los comerciantes. Este mito consiste en decir y creer a fuerza de repetirlo en la calle, que los susodichos nadamos en la abundancia porque le “cargamos bien” a nuestros productos. Que como el “Tío Gilito” nos zambullimos en piscinas llenas de oro, piedras preciosas y otras bagatelas. Nada más lejos de la cruda y dura realidad. Hemos manifestado por activa y por pasiva que el pequeño y mediano comercio está seriamente amenazado en nuestra ciudad. Y esto es así por diversas razones: implantación de grandes superficies comerciales en los alrededores, mercadillo en sábado (día de compras por excelencia en no pocas ciudades), desembarco de firmas comerciales “low cost” en pleno centro urbano, cercanía de Zaragoza capital, etc. Esto está teniendo consecuencias nefastas para los comerciantes “de toda la vida” así como para la propia ciudad, que no recibe el flujo de visitas de antaño porque muchísima gente de los pueblos de alrededor sólo llega hasta las grandes superficies o queda (en plan cita) en el mercadillo los sábados por la mañana para después regresar a sus lugares de origen. Esto está trayendo muchos más perjuicios de lo que se piensa y de seguir así, la vida como la conocemos no va a ser igual. Es un hecho demostrado que la destrucción del pequeño y mediano comercio en cualquier ciudad ha traído serios contratiempos para la tal ciudad y sus habitantes.
Por eso es necesaria la implicación de las Administraciones Públicas, empezando desde el Ayuntamiento, para que en vez de “espantar” a la gente, se la atraiga a Tudela. Esto es así porque existen multitud de cosas que se escapan del control de los comerciantes y que son competencia exclusiva de dichas Administraciones. La pregunta que hacemos y que hay que contestar es: ¿Queremos que se muera el pequeño y mediano comercio en Tudela y asumir las malas consecuencias que de ello se van a derivar?
Junta Directiva
Zona Comercial Barrio Lourdes
