Opinión

A Javier Martinez Llort

Querido Javier: Ha sido una pena profunda no conocerte mejor, pero seguro que eras como todos dicen. Una gran persona.



No puedo imaginar el dolor que ha causado tu muerte, por violenta e inesperada, por injusta e incomprensible, a todos los que te conocían bien, y de manera especial a toda tu familia, y especialmente a tu Madre, una mujer admirable, por su valor y por saber enfrentarse a ésta situación de manera ejemplar. Estoy seguro de que yo no hubiera tenido su valor y su fuerza.



En Tudela, pocas veces "nos dolemos" de manera abierta, tanto, como en ésta ocasión. Tu muerte ha sido como "un mazazo" para todos, pero además, ha contribuido a confirmar los temores que algunos ya expresaban. HAY MIEDO, HAY INSEGURIDAD EN LA CALLE.



Dicen en los medios televisivos, radios, prensa, etc., que Tudela es una ciudad segura. Que Tudela tiene muy pocos problemas de orden público, ¡que sólo hay unos pocos casos de robos, tirones y tal!



Sin embargo, ¡hay miedo! y el miedo es concreto, y los ciudadanos lo expresan así, porque así lo sienten...



No voy a describir aquí cuál es el miedo del que hablo, porque sé, con seguridad que todo el mundo me entiende. Lo triste, es lo que han hecho los políticos con este asunto. ¿Dónde estaban el día de tu entierro?, ¿Dónde estaba el día de luto, que el Ayuntamiento de Tudela debía haber declarado?



¿Qué hipocresía tan grande? 



No comprendo la reacción de nuestros dirigentes, pero todavía menos, la de la Delegada del Gobierno, que hace unos días y respondiendo a la pregunta de la inseguridad que produce el hecho de saber que la policía ha detenido a unos inmigrantes argelinos como posibles autores del crimen de Javier, y que los ciudadanos no sabemos, cuántos irregulares más hay en Tudela, y de qué tipo de irregulares se trata. Ella respondía diciendo que son cosas que nada tienen que ver con el "horrible" crimen que se ha cometido, que ha provocado la detención de esos tres ciudadanos argelinos, que siempre, "al parecer", tienen un amplio historial delictivo. ¡No hay que alarmarse! ¡No todos son iguales!



Los Tudelanos queremos que se haga Justicia, que se hable con total claridad de lo sucedido, y que se den las explicaciones oportunas. Sabemos que estamos en una situación difícil, pero no se va a solucionar ocultando datos, o hechos porque, al final, todo se sabe. Estamos viendo, eso si, con claridad, que los políticos no quieren hablar del tema.



La policía, ya sabemos que hace muy bien su trabajo, pero sólo son un eslabón de la cadena.



La leyes, suelen ser las que no nos sirven para nada. Los ciudadanos no tenemos la información que deberíamos tener, ni sobre lo que hay, ni de lo que hay, ni de lo que vendra mañana.



Somos los más vulnerables.



Yo no tengo la posibilidad de solucionar esto. Si tengo un profundo sentimiento de rabia y de impotencia al pensar que esta muerte (mejor dicho, asesinato) quedará impune. Que no sabremos con certeza quién o quiénes y porqué han acabado con la vida de Javier. Faltarán pruebas, testigos, no se podrán probar los hechos, pasará el tiempo, y esperarán el olvido. Los ciudadanos seguiremos indefensos y teniendo que solucionar nuestros propios problemas. ¡Ah! y cuidado, ¡no hagan comentarios inconvenientes, porque les pueden fichar!



Por último, quiero señalar que yo si que rezo, lo hago cada día, para que la fuerza divina ayude a clarificar lo que ha pasado a un paisano querido, muy querido, joven y alegre, amigo de sus amigos, buen hijo y hermano, buen novio y compañero que vivía a gusto en su tierra, la que le vio nacer y que contribuyó como todos nosotros a su progreso. Que fue feliz sintiéndose Tudelano y que seguro que esperaba seguir siéndolo en su casa, porque Tudela era su casa. Yo rezo, y seguiré rezando, por Javier y por toda su Familia, porque es lo único que puedo hacer.



Descanse en Paz.