Nuevo límite de velocidad, y nuevo engaño para todos. Dicen (pero no se lo
cree nadie) que la “bromita” nos va a costar 250.000 euros, en pegatinas.
¿Pero se han dado cuenta de los códigos, las pinturas, las señales
luminosas, etc., al margen de todo lo que se nos escapa y surgirá después.
Las señales originales se van a deteriorar, para cuando quitemos las
pegatinas, que no me creo que vayan a costar 250.000 euros, ¿y eso quien
lo va a pagar?, eso y tantas otras cosas salen del bolsillo del
contribuyente, salen del mismo bolsillo que va a pagar la gasolina a
precio de oro.
Pretender engañarnos con que la excusa es la polución, y el exceso de
consumo de energía, roza la perversión por considerarnos “tontos”, los
coches actuales, comienzan a tener seis velocidades, o son automáticos, la
velocidad de 110 km/h, no va a aminorar el consumo de energía, no va a
aminorar la emisión de polución, solo va a generar “mala …”
¿Pero tanto cuesta pensar, y adoptar medidas que realmente sirvan para
algo?, debe de resulta difícil, o mejor muy difícil para la que se nos
vienen encima.