Opinión

La Europa de los ciudadanos

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Muchos ciudadanos tienen la percepción de que Europa les ha fallado. Si antes de la crisis económica preguntábamos a cualquier ciudadano qué opinaban de Europa, probablemente tendrían una opinión positiva, se acordarían de la paz conseguida tras las dos guerras mundiales o de las oportunidades que teníamos por ser miembros de la Unión Europea, aunque éstas tendemos a olvidarlas. En cambio, si hoy preguntamos qué significa Europa, a muchos les vendrá a la cabeza la crisis y la falta de acción por parte de las instituciones europeas, consecuencias agravadas por la ausencia de una hoja de ruta que garantizara y demostrara a los ciudadanos que la situación está bajo control.

Hace diez años creamos una Europa a medias. Una unión monetaria sin unión económica, fiscal o bancaria, un supuesto mercado único aún con innumerables barreras y una ristra de normativas que no mencionaban cuál era la forma de actuar ante situaciones de emergencia.

Hasta que llegó la crisis todos pensábamos que el trabajo hecho era suficiente y que poco quedaba por hacer pero, cuando llegó, quedó patente que Europa estaba lejos de tener una unión económica real.

El arduo trabajo de los últimos años ha permitido empezar a subsanar estos defectos y empezar a construir una base de confianza sólida. La unión bancaria está cerca de ser una realidad y el control sobre los presupuestos de los países miembros para garantizar una mínima unión fiscal ya existe y está en vigor.

Los avances en el mercado único y en la protección de los ciudadanos han sido notables, por ejemplo, con la limitación en la comisión que las compañías de las tarjetas de crédito cobran a los comercios o con el fin del roaming (precios extra pagados por los ciudadanos) para las llamadas entre países europeos.

Aún queda mucho por hacer, principalmente con un ordenamiento jurídico racional que proteja a los ciudadanos de futuras crisis y favorezca

un mercado único verdadero; con unas instituciones sólidas con competencias claras y que actúen transparentemente para hacer frente a las futuras crisis

y con el fortalecimiento de una recuperación económica que cree empleo para todos, navarros, españoles y europeos.

Es ahora el mejor momento para que los ciudadanos ejerzamos nuestro derecho y nuestra responsabilidad de decir cómo queremos que sea nuestro futuro.

Europa no es tan lejana como parece y nos ofrece grandes beneficios que entre todos podemos disfrutar y mejorar. Basta creernos que Europa es de los ciudadanos.

Pablo Zalba Bidegain

Vicepte. de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PP)