Opinión

Vidas paralelas

Este encabezado suena a título de drama cinematográfico o de novela de saga familiar, aunque también podría tratarse de una de aquellas lecturas piadosas que cuando yo era chico nos leía desde el púlpito don Emilio, el cura de mi pueblo. Pero no es nada de esto, ese “vidas paralelas” trata de plasmar literalmente el desarrollo vital, milimétricamente paralelo, de dos personajes políticamente álgidos en la actual Navarra. Los protagonistas han sido sutilmente ingrávidos en lo laboral, muy intensos en la maquinación y verdaderamente exitosos en lo político, lo que les ha conducido de la nada al todo, del populacho a la aristocracia. Estas eminencias, estos próceres de la alta política son Santos Cerdán León y Ramón Alzórriz Goñi… 

Antes de entrar en la órbita del Partido Socialista ambos poseían un endeble historial laboral: Alzórriz -“técnico administrativo”- fue administrativo  en “una empresa” (su currículum no especifica ni dónde ni qué “administró”), y Cerdán -“técnico en electrónica industrial” (cursó FP-II)- trabajó escaso tiempo en dos empresas agroalimentarias riberas, Iberfruta y Bonduelle. 

Pero los dos espabilaron, se afiliaron a UGT/PSN… y se obraron los prodigios: ambos se convirtieron en “apparátchik” en la  “Nomenklatura” del PSN: Alzórriz pasó de ser miembro de la Ejecutiva de UGT y concejal en Burlada, a ser Secretario de Organización y Portavoz parlamentario del Partido (neo)Socialista de Navarra; Cerdán fue concejal en Milagro y también, antes que Alzórriz, Secretario de Organización y Portavoz parlamentario del Partido. Pero don Santos fue a más y, en versión de Pablo Iglesias, “ha tocado el cielo con las manos”: en una arriesgada pirueta apostó por Pedro Sánchez ayudándole  durante sus tiempos de “paria” del PSOE (le hizo de chófer por España). Sánchez, posteriormente, le convirtió en uno de sus “hombres de confianza”, tanto en la Moncloa como en Ferraz.  

A Alzórriz -ese insultador y deslenguado vocero de eslóganes oficiales-, para culminar su paralelismo con el modélico y también deslenguado e insultador Cerdán, solo le queda dar el último paso: postularse, en puesto de salida, como candidato del PSN a Diputado en Cortes, asaltar Madrid y correr como un poseso a ocupar un lugar en la estela de Superpedro. Venga, don Ramón, anímese que “son dos días” ¡Cómo le gustaría!

Solemos oír que la política lo admite todo, ¡pero tanto…!