Lo ocurrido días pasados en Cinco Villas (sobre todo en Lesaka) con el covid-19 es perfectamente aplicable a cualquier otra localidad navarra. En una crónica publicada en la prensa local se relataba como a los jóvenes de esta zona se les había sometido a un cribado masivo con test de antígenos después del megabrote de coronavirus padecido, sobre todo por la gente joven, tras la “no” celebración de los sanfermines lesakarras de este año. En estas líneas no me referiré a las estúpidas actitudes -hablan por sí solas- de buena parte de la juventud del lugar y que han originado este problemón, si no al tufo ignorante que las ha originado.
Previamente conviene que, antes de condenar a estos chavales, tengamos presentes varias consideraciones que, sin disculparles, hacen más comprensible su negligencia: la ministra de sanidad nos regaló esta cursilada, “ahora las mascarillas dejan paso a las sonrisas”; se ha transmitido que la nueva cepa del virus, la gamma, es más liviana y que casi solo afecta a los jóvenes respetando a los mayores (ya vacunados); las autoridades han trasladado que el covid 19 ya era “pan comido” animándonos a salir y consumir… Un rosario calamitoso alentado desde los (des)Gobiernos Central/Autonómico.
La crónica de las desgracias de Cinco Villas recoge diversos testimonios. Uno de ellos corresponde a “una vecina de Lesaka de 16 años” (anónima, más vale) que, con la “autoridad” que le otorga la edad, dijo que “teme por su familia, pero como ya están vacunados…”; “se aburren al estar sin fiestas tanto tiempo”; “era como sin covid, todos sin mascarilla”; “no cree en las informaciones sobre la pandemia”; “no sabe si es verdad lo que dice la tele sobre cómo se contagia”; “el cribado está manipulado y en los test se dan resultados irreales”; y “te hacen las pruebas hasta dar positivo”. ¿No huelen a suma ignorancia estas afirmaciones?
Como esta muchacha no parece tener madera de Premio Nobel, es improbable que lo que dice se le haya ocurrido a ella. Esta gran cadena de contagiados dimana del insustancial caldo de cultivo imperante en las más altas instancias políticas y de su torpeza transmitiendo los mensajes. Ahora vuelven a las alarmas, lamentaciones, prohibiciones... Si son incapaces de gestionar cuando hay bonanza y no saben prever un presumible futuro inmediato, ¿qué caramba pintan en sus cargos?
Los incapaces Sánchez y Chivite al desnudo…
