Opinión

Eutanasia para parados, desahuciados y mujeres prostituidas

La crisis de la Covid 19 ha puesto en evidencia algunos de los grandes problemas de nuestra sociedad. GRANDES PROBLEMAS, viejos problemas, que ahora son visibles y palpables para todo el mundo.

Uno de ellos es el de la situación de nuestros mayores, solos, empobrecidos, recluídos en los morideros que son muchas residencias de mayores. El golpe más duro en esta pandemia se lo han llevado los mayores pobres, tanto en víctimas mortales, como en aislamiento, exclusión y tristeza. 

Para ello, el gobierno del PSOE y Unidas Podemos, ¿socialista? ¿de izquierdas? ha tenido la brillante idea de ofrecer para ancianos y enfermos la posibilidad de la Eutanasia. Saber escuchar el dolor de los últimos no es facilitar la muerte a quien pide morir porque vive en soledad, se siente una carga para otros familiares o sufre de manera insoportable. Ancianos y enfermos NO quieren morir, quieren dejar de sufrir y de vivir en condiciones indignas.

De un gobierno que repita hasta la saciedad que aquí “No se va a dejar a nadie atrás” se esperarían otro tipo de medidas políticas, económicas, psicosociales y sanitarias, que lleven a una mejora clara de la situación de enfermos y ancianos. El acceso universal a los cuidados paliativos, el apoyo real a los cuidadores principales, o las condiciones en las residencias de ancianos, son algunos puntos sencillos por los que poder empezar.

Pero la Eutanasia resulta fácil de regular, barata de aplicar, está barnizada con un tinte progresista y de defensa de derechos individuales, y además sirve de cortina de humo para ocultar el empobrecimiento creciente en nuestro país, y la falta de respuesta política eficaz ante ello.

Triste respuesta. Muy triste. Este gobierno, incapaz de resolver el problema de la vivienda, sin voluntad real de abolir la violencia física, psicológica y sexual que supone la prostitución, y sin atreverse a tomar medidas eficaces contra el paro y la explotación laboral, cualquier día propone también la eutanasia para parados, desahuciados y mujeres prostituídas.