Opinión

El Cohete de Tudela

Apenas faltan unas semanas para que la Plaza Nueva se tiña de blanco y rojo, de alegría y emoción. Tudela es entrañable para vivir. Tiene un tamaño adecuado, servicios siempre mejorables, grupos locales enriqueciendo nuestra cultura, buena gente… No es chovinismo, tenemos nuestros fallos, pero reunimos condiciones para ser un buen lugar de convivencia. Nos falta involucrarnos más allá donde se cuecen las decisiones que dibujan nuestro espacio o la calidad del aire que respiramos. Y a veces nos equivocamos. Eso sí, somos personas hospitalarias y solidarias, recogiendo lo más positivo de aquella forma de vivir de nuestras personas mayores, cuando compartían cena, “la fresca”, tertulia, vida, y nadie quedaba sin comer si una persona vecina tenía algo que compartir. 

En la actualidad, también hay en nuestro entorno personas que necesitan nuestro apoyo, nuestra atención, nuestra solidaridad, nuestro corazón abierto. El cohete es un acto único. Además de disfrutarlo en diversidad, hagamos de él un nido de apoyo a quienes no pueden hacerlo por circunstancias adversas. Recordémosles. Y tendamos nuestra mano a quienes viven en nuestra ciudad y han llegado de otros lugares. Seguro que echan en falta a sus seres queridos y a su tierra. El cohete de Tudela, es el comienzo de unos días en los que Tudela puede seguir siendo ese entrañable lugar donde vivir y disfrutar, se nazca donde se nazca.

¡Felices Fiestas, Zorionak!