Opinión

44 años de ayuntamientos democráticos

Este mes de abril se han cumplido 44 años de ayuntamientos democráticos. Quienes dedicamos nuestra juventud a intentar salir del oscuro túnel de la dictadura, nos acercamos con mucha entrega, ilusión y desconocimiento a unas instituciones en las que todo estaba por hacer, desde la atención a la salud escolar hasta la coordinación con otros ayuntamientos para lograr que los mayores contribuyentes no decidieran determinadas cuestiones municipales. La democracia también intentaba abrirse camino en el resto de instituciones y de la sociedad, y llevábamos al ayuntamiento cualquier cuestión que contribuyese a ello. No fue fácil, simplemente solidarizarnos con las 11 mujeres de Bilbao que podían ser encarceladas por su interrupción del embarazo supuso amenazas e insultos que se agravaron tras la muerte de Gladys al recibir en una sentada un disparo de un guardia civil.

Pasados esos años convulsos, fuimos aprendiendo y, aunque cometimos errores,  crecieron nuestros aciertos y estuvimos apoyando a la gente en sus reivindicaciones, solo por citar algunas: luchas obreras, mejora de las contribuciones, presupuestos participativos, centro de atención integral a la mujer, asfaltado del barrio de Lourdes, ecocity y campo de golf, incineradora, cláusulas sociales en contratas, autobús de la vida, participación de niñas y niños en celebraciones hasta entonces solo protagonizadas por niños, polígono de tiro de las Bardenas, accesibilidad y atención a la diversidad, mejora de atención a colegios públicos, estudios UPNA y UNED, estudios reglados en el conservatorio de Tudela, y un largo etcétera. Si en algo nos empeñamos y fue significativa nuestra presencia, fue en denunciar la corrupción y privilegios de unos pocos, y en apoyar a las personas más desfavorecidas. Trabajamos intensamente. Y lo hicimos también en tiempos en los que las y los concejales no cobrábamos nada en el ayuntamiento, sino que algunas poníamos dinero de nuestras familias, ya que nos descontaban en nuestras nóminas el tiempo dedicado a trabajo municipal. 

Fui concejala del Ayuntamiento de Tudela desde abril de 1979 hasta junio de 2015, año en el que voluntariamente decidí retirarme. Fueron 36 años ininterrumpidos de intenso trabajo, junto con compañeras y compañeros concejales y no concejales, personas trabajadoras, discretas y entusiastas, para hacer de Tudela una ciudad mejor. Pateamos la ciudad una y mil veces para mantener un contacto permanente con la ciudadanía, íbamos casa por casa repartiendo nuestros boletines o recogiendo las preocupaciones y los problemas que nos transmitían y llevándolos al Ayuntamiento para reclamar soluciones. Con nuestro empeño conseguimos no pocas cosas para mejorar la vida de quienes habitamos Tudela. No hubo una sola reivindicación justa que no contase con nuestro apoyo.

Después, fuimos ganando en reconocimiento y apoyo y con mayor unidad de la izquierda aumentamos nuestra representación. Con ese caudal y trabajo acumulado, y con el empuje de nueva sabia, en las elecciones municipales de 2015 la ciudadanía nos eligió para gobernar Tudela tras 20 años de gobierno de la derecha. Esta mirada retrospectiva es un homenaje a todas las mujeres y hombres que desde 1979 hasta ahora vienen contribuyendo con esfuerzo y generosidad a mejorar la vida de pueblos y ciudades con su trabajo municipal. Todos los políticos no son iguales. Me atrevo a decir que la mayoría son gente generosa, aunque unos pocos corruptos hagan tanto daño al resto. 

Pero estas líneas no son solo mirada retrospectiva. Las gentes que hace más de cuatro décadas iniciamos el sendero de la transición democrática pasamos la antorcha a una nueva generación que ha llegado con fuerza, nuevos recursos e ideas que dedicar al mismo objetivo: trabajar para contribuir a hacer de Tudela una ciudad amable e integradora, en la que nos sintamos felices, atendiendo siempre en especial a las personas más desfavorecidas. Hemos hecho una transición modélica, colocándonos en un segundo plano quienes durante mucho tiempo ocupamos la primera fila. Una transición que nos llena de orgullo y satisfacción porque el trabajo que hemos dedicado la mayor parte de nuestra vida, y en el que hemos dado lo mejor de nosotros y nosotras, hoy tiene continuidad y abre su propio camino. 

Cuando logramos la alcaldía en 2015, seguro que también hubo errores, pero se abrió un nuevo estilo más democrático para gobernar la ciudad y se avanzó en la mejora de las condiciones de vida en Tudela. El alcalde, Eneko Larrarte, bajó voluntariamente su sueldo, se sanearon las cuentas municipales, se fomentó la participación ciudadana y la colaboración comarcal, se apoyó la cultura local, se atendió a los  colectivos, se adaptaron los nombres de las calles a la legislación de memoria democrática , se fomentó la participación de las mujeres, se aumentó el presupuesto para atenciones sociales, limpieza, urbanismo amable, se ejecutaron obras como la del ascensor de Torre Monreal y se emprendieron otros muchos que se pusieron en bandeja para que se llevasen a cabo durante esta legislatura que termina, gobernase quien gobernase.

Con la experiencia acumulada desde el inicio de los ayuntamientos democráticos, y con la desarrollada en la alcaldía de Eneko, y, especialmente, con la unidad lograda para formar Contigo Tudela, espero que repitamos alcaldía y que todavía consigamos más mejoras, haciendo una política municipal inclusiva, abriendo la mano a quien quiera acercarse a nuestro trabajo municipal. En cuanto a nuestra propia unidad, confío en que se mime ahora que hemos contribuido a agrupar a las gentes que quieren cambiar Tudela en la misma dirección, que sepamos gestionar la pluralidad y la diversidad como valores positivos y con fórmulas integradoras, tratando en todo momento de buscar el entendimiento, los puntos en común, el mutuo respeto y el mutuo enriquecimiento colectivo.

Hemos abierto un nuevo camino. Con un estilo unitario, renovado, rejuvenecido, cargado de ilusión y energía, que incorpora a un nutrido grupo de independientes que están trabajando con ahínco e ilusión junto a los partidos para conseguir que la izquierda recupere la alcaldía. Trabajamos para hacer de Tudela una ciudad, amable, integrando con orgullo su diversidad, con mirada ecologista, pacifista, feminista, solidaria, en la que la gente pueda vivir alegre y feliz en su diversidad, orgullosa de formar parte de una ciudad acogedora que es también la capital de un territorio que, bañado por el Ebro, conforma la Ribera de Navarra. Esta apuesta novedosa, ambiciosa y audaz se llama Contigo Tudela. Y ha venido para quedarse.

Con orgullo y satisfacción formo parte de la lista electoral en el último puesto para poner mi granito de arena para que Eneko Larrarte y su equipo vuelvan a recuperar la alcaldía de Tudela para estimular la ilusión colectiva y el buen hacer. 

Milagros Rubio Salvatierra
Concejala del Ayuntamiento de Tudela desde 1979 hasta 2015