Opinión

Peatonalización del Casco Antiguo de Tudela

“Obligada a permanecer inmóvil e igual a sí misma para ser recordada mejor, la ciudad de Zora languideció, se deshizo y desapareció. La tierra la ha olvidado.”

Italo Calvino (Las ciudades invisibles)

En los últimos treinta años, entre todos -administraciones públicas y particulares- hemos realizado un esfuerzo considerable y con él hemos conseguido que una parte del casco antiguo de Tudela esté muy mejorada: no hay más que pasearse por la Plaza Nueva, San Jaime, Herrerías… zonas que disfrutamos y que nos enorgullecen cuando las enseñamos. Pero sin duda queda mucho por hacer y hay otra parte del casco, la comprendida entre las vías del tren, Sementales, la UNED, la Plaza Vieja, San Nicolás y el Paseo del Castillo… que necesita mucha inversión pública y privada para resultar vivible o enseñable.

Muchas veces nos hemos planteado qué hacer para que la mejoría se vaya generalizando, y está claro que la solución pasa por que vivir en el casco antiguo sea como hacerlo en cualquier otra parte de Tudela, cada zona con sus ventajas e inconvenientes. Y para eso tenemos que conseguir que los comercios que quedan no se cierren y que vengan otros nuevos, que se rehabiliten más viviendas, que se mejore la convivencia del uso residencial con el de ocio, que no haya zonas en que se concentre la población con más bajos recursos, que el turismo sea bien atendido…

Este mismo año, el Ayuntamiento ha creado la Mesa del Casco Antiguo, un órgano de participación en el que diferentes personas y organismos tratamos de poner en común nuestra experiencia con el objetivo de mejorar la situación. Y en esta mesa se ha planteado la peatonalización de una parte del casco (otra ya lo está desde hace años), peatonalización que fue también objeto de debate en las pasadas Jornadas de Rehabilitación.

Tras el análisis de diferentes propuestas (asamblea informativa abierta incluida) se peatonaliza toda el área que va desde las calles Verjas, San Julián y Rúa, hasta Caldereros, incluyendo los entornos de San Jaime y de la Plaza Vieja. Se pretende dar un impulso al casco antiguo actuando en una zona con pocos locales abiertos, algún bar y con la edificación en un estado bastante desigual, con el fin de mejorar la calidad de vida de los vecinos y de favorecer al comercio y a las actividades existentes y futuras.

Conviene recordar que la idea de peatonalizar no es nueva, ya que el PEPRI de 2004 recogía entre sus propuestas algunas actuaciones que ya se han llevado a la práctica y otras asimilables a las que se están planteando, entre ellas la “Peatonalización progresiva del área central del casco, limitada por el Muro, Plaza de los Fueros, Yanguas y Miranda, Herrerías, Serralta, Cubrimiento del Mediavilla, Pontarrón, Magallón y Plaza de la Judería.” y la “Fijación de puntos de control de tráfico restringido al centro, en lugares críticos situados en el perímetro del área peatonal delimitada.”

Muchos creemos, en la línea del PEPRI, que se trata de una medida acertada, como se puede comprobar en la propia Tudela (Gaztambide-Carrera, Plaza Nueva, Herrerías, Mercadal…) y en un montón de cascos viejos y áreas centrales de otras ciudades (Pamplona, Zaragoza, Logroño, Pontevedra, Bruselas, Bogotá, Nueva York…). Y estamos convencidos de que en poco tiempo los ciudadanos (y no los coches) nos haremos dueños del espacio público y ni nos acordaremos de la situación actual.

A otros la peatonalización no les parece adecuada: piensan que van a perder derechos, que el comercio existente va a desaparecer, que las ambulancias no van a poder acceder cuando sea necesario… Ciertamente todo cambio genera incertidumbre, pero las áreas peatonales llevan años implantadas en muchas ciudades -grandes y pequeñas- y están funcionando bien, los vecinos y vecinas están satisfechos, y los comercios y la hostelería están contentos.

Se ha dicho también que hay mucho que hacer en el casco antiguo y que deberíamos empezar por arreglar las calles, rehabilitar más viviendas, conseguir que se instale más comercio… que la peatonalización debería venir después, cuando todo esté más saneado. Desde luego todo es opinable, pero desde mi punto de vista, por algo hay que empezar. Y por qué no por la peatonalización, que además es barata y sencilla de ejecutar.

Como dice Jan Gehl, arquitecto danés reconocido mundialmente y defensor de las ciudades para las personas: “En el momento en que se van los coches llegan el aire limpio y la vida a las calles. La mejora en la salud de la gente debería convencer a cualquiera. No puedo evitar ser optimista: he visto cambiar lo que parecía inamovible".

Miguel Carasusán

Director de la ORVE de la Ribera