Opinión

Amejorar o cambiar

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Se cumplen 33 años de la aprobación de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, más conocida como Amejoramiento del Fuero. Pese a lo que algunos puedan pensar, no se trata de un “estatuto de autonomía” más, como los que dieron pie a la creación de las Comunidades Autónomas en España. De hecho, estos estatutos comienzan expresando que tal comunidad “se constituye” en ese momento, cuando el Amejoramiento del Fuero señala en su artículo primero que “Navarra constituye una Comunidad Foral con régimen, autonomía e instituciones propias, indivisible, integrada en la Nación española y solidaria con todos sus pueblos”. Es decir, “constituye” ya, y su entidad jurídica y política no surge en ese momento.

Por eso, se habla de reintegrar y “amejorar”, una palabra muy navarra, de adaptar las instituciones forales al sistema democrático emanado de la Carta Magna y de procurar el encaje de los fueros en el andamiaje constitucional. Ese fue el logro conseguido por los representantes del pueblo navarro en 1982, fruto del acuerdo y del consenso de diferentes formaciones que creyeron en un marco común y estable de libertad y progreso para el viejo reyno de Navarra.

"Navarra no se ‘constituyó’, no surgió en ese momento"

En ese camino trazado hemos transitado los navarros durante estas tres décadas, en las que hemos hecho uso de nuestro autogobierno para dirigir las políticas públicas a aquellas cuestiones que más preocupan a la sociedad, en materias como sanidad, educación, empleo y bienestar social. Que la crisis económica haya provocado situaciones de extrema dureza y necesidad, realidad que no hay que obviar pues todavía hoy hay muchos navarros que no encuentran empleo, no debe sin embargo nublarnos la vista y olvidar la trayectoria vivida que nos ha situado y nos sigue situando a la cabeza del desarrollo en España.

Mejorar siempre se debe mejorar, con espíritu de “amejorar” y de generar oportunidades de futuro. El Amejoramiento ni ha perdido vigencia ni vigor. Continúa siendo un instrumento válido para garantizar el progreso y la convivencia de esta tierra desde el respeto a la diversidad que le caracteriza. Lo que ocurre es que algunos hoy no quieren “amejorar”, sino “cambiar” radicalmente el estatus político de Navarra para convertirla no ya en otra diferente sino para hacerla desaparecer, incorporándola a proyectos independentistas que nada tienen que ver con la esencia, la historia y la personalidad de la Comunidad Foral.  Una esencia, una historia y una personalidad que fortalecen nuestro proyecto colectivo singular al que Tudela ha contribuido y quiere seguir contribuyendo en el futuro.