Opinión

Argia Ikastola: No es por el euskera, es por otras muchas razones más

Màrius Gutiérrez y Marta Aguado junto a sus hijos
photo_camera Màrius Gutiérrez y Marta Aguado junto a sus hijos

Las madres y padres afrontamos el primer año de nuestros txikis en la guardería y escuela infantil con cierto nerviosismo:¿se adaptará bien?, ¿llorará?, ¿qué va hacer dentro del aula?…Es por ello que la búsqueda de la escuela para tus hijos e hijas es una decisión de gran calado por lo que resulta necesario valorar bien las diferentes opciones,  y en el caso de pensar en una Ikastola, resulta obvio que una de las primeras inquietudes que puede tener una familia a la hora de pensar en ella como una opción para sus hijos, es el uso del euskera como lengua vehicular. 

Sin embargo, tal vez ese sea el primer error, el uso de otra lengua distinta a la que se usa en casa no debe entenderse como una preocupación, sino como una oportunidad para que nuestros hijos e hijas adquieran una segunda lengua de forma natural y del mismo modo que su lengua materna, además de aprender sobre otras culturas y realidades. En nuestro caso era más fácil ya que hemos crecido y vivido en diferentes ciudades como Barcelona o Bruselas, lugares en los que conviven varios idiomas y en los que hemos podido aprender en un entorno multilingüe y pluricultural. Consideramos que el aprendizaje de otras lenguas es una importante herramienta de aprendizaje social y cultural para nuestros hijos, algo que imagino también piensan las familias de la ikastola, siendo la mayoría castellanohablantes.

Pero como os decíamos, cuando para la elección de la escuela se consideran otros factores en lugar de la escuela más cercana al domicilio familiar, la elección se convierte en algo mucho más complejo al tener que valorar diferentes modelos, instalaciones y experiencias de otros padres y madres. En el caso de Argia Ikastola, trabajan con un proyecto educativo propio que va desde los 18 meses hasta los 16 años en el que gracias al reducido número de familias, al propio modelo y su apuesta por la convivencia y la participación, se fomentan las relaciones interpersonales entre todos los alumnos y alumnas de la escuela. No os podéis imaginar la ilusión que le hace a nuestra hija que niños y niñas más mayores le saludan y le cojan de la mano al salir de clase. Otro de los aspectos que consideramos fundamental es el comedor, ya que nos parece un momento muy importante para que los pequeños se socialicen; en la ikastola, es uno de sus elementos clave al estar incluido en el propio modelo pedagógico. Además, desde sus propias cocinas elaboran un completo menú en el que prima el producto local, ecológico y de temporada. 

Cuando nos preguntan otras familias, comentamos nuestra satisfacción con la evolución y aprendizaje de nuestra hija desde que ha comenzado la guardería por lo que si estáis valorando diferentes opciones para la inscripción en la guardería o escuela infantil de vuestros hijos e hijas, os recomendamos que conozcáis de primera mano Argia Ikastola. 

Màrius Gutiérrez y Marta Aguado