Son muchas las variables que intervienen en el entorno escolar con el virus aún activo: la selección del currículum, las formas de relación, medidas de protección, desinfección e higiene, reorganización de tiempos, entradas, salidas y espacios, detección de casos y medias en su caso, etc.
Se añaden variables colaterales, tales como la necesidad de flexibilizar horarios laborales de padres y madres, los contactos fuera de la escuela, las actividades familiares, de ocio los miembros de la comunidad educativa.
Depende de la comunidad educativa, de la administración pública, empresarios y de toda la sociedad la buena marcha del cursos escolar. O cada cual colocamos la educación y seguridad de nuestros y nuestras escolares como una prioridad y ponemos de nuestra parte, todo lo posible en función de nuestra capacidad y posibilidades, o no saldrá bien.
Es necesario financiar todas las medidas y recursos necesarios para un curso escolar con garantía de éxito. Venga ya, esa reforma fiscal que a quienes mucho tienen y contribuyen poco para que nuestros y nuestras escolares cuenten con todo lo necesarios para aprender en condiciones saludables.
