Las promesas electorales se hacen para no cumplirlas, dijo Tierno Galván. Y sólo se ‘garantizan’ en periodo electoral y se las creen quienes quieran creérselas. De modo que no se entiende porqué está todo el mundo tan nervioso y tan atento al ‘programa’ de Podemos. ¡Es absurdo!
Si se hubieran limitado por arriba los sueldos en el XIX, no existirían los Nobel ni sus premiados. Así que dejemos atrás las arengas y centrémonos en lo que hace falta, que no es otra cosa que dignidad, criterio y sentido común. Algo que no se ve en las ocurrencias de asamblea y barra de bar con que se estilan esos jóvenes teóricos alternativos, y tampoco se otea en liderazgos hereditarios y ‘digitales’ como los del resto de esa ‘casta’ que tanto denuncian.
La opinión pública ve las cosas tan vacías y tan opacas, que da el beneplácito, se conforma de entrada, con simples reflexiones de perogrullo, con gestos de salón, en los que el ‘Programa’ siempre es lo de menos. Pero la realidad es tozuda... sólo hace falta confianza, serenidad, esperanza y trabajo, algo que, por desgracia, no se estila.
Mariano N. Lacarra
Director
