Opinión

¿Qué hacemos con la basura?

Al margen de los patinazos de Sayas y las puntualizaciones de Velasco sobre la basura guipuzcoana, el problema de fondo que la Ribera, Navarra y toda nuestra sociedad, arrastra con esta cuestión de qué hacemos con la basura, es que en esta materia, lejos de estudiarse desde el punto de vista de la sostenibilidad, el impacto ambiental y la rentabilidad (local) de cada acción que se emprenda, sólo se ha sabido dejar en manos de terceros (FCC) para que hagan caja, sin pensar demasiado en nada más allá, ni mejor, desentendiéndose de todo lo demás.

Entre tanto, la realidad colectiva avanza por derroteros más concretos que demandan soluciones de verdad: reducción, gestión, cercanía... Todo lo demás, en torno a la polémica que ha generado la traída de esa basura guipuzcoana, sobra.

El debate real, que no se ha producido, ni social ni políticamente, está en valorar y decidir cómo se debe procesar, qué costes estamos dispuestos a asumir y quién y cómo debe beneficiarse de cuanta economía genere la basura, porque está claro que transparencia no hay, ninguna, al respecto: ¿Cuánto saca la Mancomunidad en vidrio o papel reciclado o cómo repercute eso en el recibo que paga el contribuyente? Entre otras cuestiones en torno a la gestión que, por el momento, dejan muchísimo que desear.

Trabajo no le va a faltar al respecto a Aguado, ya que hemos llegado a un punto en el que la sociedad lo que necesita es información real y ver las cosas con mayor claridad y franqueza.

Mariano Navarro Lacarra

Director