Opinión

Santa Ana seguirá ahí

Las Fiestas las viviremos igual

Recuerdo de niño que, para Santa Ana, mis tías y tíos de Pamplona, Logroño, Barcelona y Santander venían a dar vuelta por la catedral. Rendían honores a la patrona engalanada en su capilla y Altar Mayor, al estilo del momento y, aprovechando la escapada, rendían pleitesía a la jerarca del clan, mi Abuela Anita, y, de paso, a la Fiesta, motivo último y principal del desplazamiento, -no nos engañemos-.

La Fiesta, así entendida. Engalanada de punta en blanco en procesiones y predios, era tan nuestra y la tenían tan adentro, como nosotros mismos, ahora, en este 2020, moderno y pandémico, que nos va a tocar vivirlas sin cohete, procesión, jolgorio, ruido y olores. ¡Pero eran y serán igualmente Fiestas! Porque cada momento, cada tiempo, las vive igual, pero de distinta manera siempre, ya que a cada convocatoria, las circunstancias, ánimo y cartera cambian. Y este año, se suspendan o no los actos, del 24 al 30 de julio serán las Fiestas de Santa Ana, y nuestros corazones, puros o infectados, las vivirán igualmente, porque esos días son como nosotros mismos, pura alegría y sentir especial.

Este año, tristemente, nos traerá el recuerdo de la posguerra que también nos las quitó, -entonces en su totalidad-. Y nos servirá para recordar lo que aquellos viejos nos contaban... Que en Tudela era más importante el Carnaval y las Ferias de Noviembre que las Fiestas de Santa Ana, porque en el arranque del año y en noviembre, una población agrícola andaba más suelta para bailes y juergas que en julio, el laborioso “Thermidor” y "Messidor", de la cosecha y el calor.

Por ello, conciudadanos, no caigamos en monsergas, del 24 al 30 de julio serán las Fiestas de Santa Ana, aunque las pasemos encerrados y hasta en conserva.