Opinión

¡Por fin, a granel!

La Comisión Europea quiere reducir los productos de plástico de un solo uso. Para ello, propone incluso prohibir los platos, cubiertos, bastoncillos y pajitas fabricados con ese material para beber, y parece planteárselo, sólo porque China ya no compra nuestras montañas de basura y porque los ecologistas están denunciando los problemas medioambientales que ya está generando el cuasi continente de residuos que pulula y contamina por los mares.

El Gobierno de Navarra, para no ser menos, desde el 1 de enero de 2020 prohibirá la venta de cápsulas de un solo uso y vender bolsas y vajilla desechables. Y la medida alegra, pero es tardía... 

El problema radica en el origen de todo este mal, que no fue otro que llamar ‘agarrao’ a quienes guardábamos bolsas y recipientes de todo tipo de materiales buscándoles otro uso y algún sentido.

Antaño se hacía con la maravillosa venta a granel, que ponía en valor un triste saco, barquilla, caja y/o casi cualquier cosa útil y limpia.

Quienes renegamos de vivir en el mundo del “usar y tirar”, tememos poco volver al sentido común que otros consideran el atraso que supone “prohibir”.