El pasado 20 de septiembre un interesante plebiscito tuvo lugar en Italia, entre otras cosas, se votó reducir un tercio el número de sus diputados y senadores... ¿Alguien ha visto la noticia en algún lado?
La democracia y la transparencia no interesan y por ello se ha escondido el resultado de esta convocatoria electoral y así nos va... Priman más los intereses de los partidos que la realidad. Y así ocurre en otros ámbitos.
Lo peor de todo es que se atrevan a llamar a esto “Democracia”.
Es bochornoso, vergonzoso, da grima. Y lo mismo ocurre a nivel local.
¿Dónde están las cuentas municipales? ¿Dónde se pueden consultar para conocer, al detalle, los gastos locales? ¿Dónde ha quedado la Ley de Transparencia? ¿Y la verdad?
Nadie sabe, con luz y taquígrafos, qué se llevan y qué hacen los asistentes a las Asambleas de la Mancomunidad o los de la Junta de Bardenas. Por no hablar de otros organismos y entes públicos, consorcios, concejos y ayuntamientos. ¿Qué hacen realemente? ¿A qué se dedican? ¿Qué tratan sus Órdenes del Día?
Se nos llena la boca hablando de “Libertad”, pero su mera expresión queda anulada. Es falsa.
De este sutil modo se va horadando este magnífico sistema social y político del que nos dotamos y nos vamos acercando, sutilmente, a una nueva dictadura de la desinformación, la mentira y la pérdida de valores y credibilidad.
