Opinión

Líderes y héroes

Si antes los héroes eran conquistadores buscavidas, ahora lo son discretos y silenciosos: Gentes capaces de desmarcarse de lo marcado, insolentes ante la elección vital y las doctrinas, que destacan sin quererlo porque tienen inquietudes, deseos y hasta ambiciones varias. Sin embargo, tienen mala prensa. La sociedad carece de personas destacadas, figuras que representen valores y objetivos a seguir. Antes, esa figura era representada por nuestros políticos, pero ahora nadie quiere entregarse si no es por puro interés. De modo que estas personas que a la hora de la verdad mueven el mundo, se ven con recelo y desconfianza, más que con interés y gratitud.

Son profesionales que invierten y arriesgan más allá del ‘plazo fijo’. Son, en esencia, trabajadores autónomos que se dedican en cuerpo y alma a lo suyo, crean y creen en una idea y un proyecto en el que se entregan y sacan adelante. Son ‘empresarios’ a los ojos de todos, pero realmente sólo tienen interés por hacer cosas. ¡Y, a veces, hasta les va bien! Son los nuevos líderes y héroes de una sociedad dormida y acomodada y, como es tristemente lógico, están mal vistos. Son, por mal entendimiento, ‘abusones’, ‘defraudadores’, jetas que se han sabido colar en el rebufo de la oportunidad, como si ello no supusiera ya, en sí mismo, todo un logro. Por ello, duele esa mirada dormida que los compara con Amancios y Aliertas que nada tienen que ver con ellos. ¡Si reconociéramos su valía y los pondríamos en valor, nos iría mucho mejor!