Opinión

Glasgow nuclear

El secretario general de la ONU, António Guterres, lo describió muy bien, “basta de tratar a la naturaleza como un váter”. La frase lo dice todo. El problema real de nuestro planeta no es el demonizado “Cambio Climático”, porque el clima cambia permanentemente por naturaleza. Y tampoco es el “calentamiento global”, demostrado científicamente. El problema de fondo es que tratamos la tierra como si nos perteneciera, y sólo es un préstamo de nuestros ancestros y la herencia de nuestros hijos.

Así, visto el resultado de la neocarbónica y nuclear Cumbre del Clima de Glasgow, poco queda para la esperanza. Seguimos creyendo que el crecimiento puede ser infinito. Fundamentamos el mismo sin contar con que los recursos son limitados, de modo que tenemos garantizada la extinción de la Vida, al menos como la conocemos.

‘Primum vivere, deinde philosophari’, primero vivir, luego filosofar, apostilla el dicho clásico. Pero está claro que primero están los intereses y luego la Vida, de modo que el fracaso de ese encuentro mundial lo es también de todos y cada uno de nosotros.